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Columna
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Florilegio de despropósitos

La alarma ha sonado este fin de semana al conocerse que el Consejo de Ministros presidido por el señor Aznar ha condecorado al que fue inmisericorde torturador franquista, el comisario Meliton Manzanas, con la Gran Cruz del Reconocimiento Civil. Lo primero que a uno se le ocurriría pensar, al conocer la noticia, es si este mal de las vacas locas. la encefalopatía espongiforme, ha llegado a atacar al Gobierno. Pero no. La cosa es peor. La 'locura vacuna', en todo caso, habría atacado a toda la Cámara Baja cuando, por unanimidad, el Congreso de los Diputados acordó promulgar una ley según la cual, todas las víctimas del terrorismo tuviesen derecho, si así lo solicitaban, al reconocimiento civil y a una indemnización. Al torturador franquista Melitón Manzanas, el gobierno del señor Aznar ha tenido que reconocerle el mérito civil por haber sido víctima del terrorismo de ETA. Tal vez para compensar este despropósito legal, legal porque está amparado por una ley votada por unanimidad en las Cortes Generales Españolas, el Gobierno ha tenido a bien aprobar una indemnización a los familiares del médico Santiago Brouard, dirigente de HB, asesinado por los GAl. Como muy bien dice El Mundo en un editorial, 'el lamentable episodio pone de manifiesto que la ley está mal hecha. Porque dejó abierta la posibilidad de condecorar a un indeseable violador de los Derechos Humanos. Únicamente comparable a los asesinos de ETA, aunque, por desgracia, cometiera sus felonías en nombre del Estado'.

Entonces, ¿aquí, qué pasa? ¿Se podrá, a partir de ahora, poner el grito en el cielo, rasgarse las vestiduras porque un etarra, que fue condenado y cumplió su pena, pueda ser diputado en el Parlamento vasco?. Mucho me temo que estos despropósitos no sirvan si no para darles alas a los terroristas de ETA.

El ministro Mayor Oreja acudió hace unos días a la Real Academia de la Historia para dar una conferencia en que quiso denunciar diez mentiras que, por lo visto, están confundiendo a la ciudadanía. La primera mentira es aquella en que se dice que 'no se podrá acabar con ETA por la vía policial solamente'. El ministro del Interior denunció ante los señores académicos presentes en el acto, que es mentira que policialmente no se pueda acabar con ETA. No sé cual será la opinión de los señores académicos de la historia ante esta afirmación del ministro Mayor Oreja. Lo cierto, lo que hasta el momento enseña la historia, después de más de treinta años de terrorismo etarra, es que la actuación policial no ha podido acabar con esta lacra. El ministro viene a decir que quienes se apoyen en esta 'verdad histórica', mienten. Llegará un día, según el señor ministro, en que la policía acbará con ETA y se demostrará la mentira de quienes niegan esa posibilidad. Tal vez. ¡Quién sabe! Lo que el señor mayor Oreja nos pide es una cuestión de fe. Pero lo que no puede afirmar, con la rotundidad con que lo hace, es que mienten quienes dicen que con medidas policiales no se puede acabar con ETA. Hasta el día de hoy, esta es una verdad como un templo. Después de más de treinta años no se ha podido acabar con el terrorismo con las medidas policiales. Si además la democracia que padecemos está promulgando leyes en las que se reconoce el mérito civil de quienes torturaron durante el fraquismo, es decir, de aquellos que policialmente no pudieron acabar con el terrorismo a pesar de las torturas, pues ya me diran ustedes...

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