Gracias, amor
Nada más saber que por fin había ganado el Cervantes 2000, Umbral empezó a recibir las felicitaciones de sus amigos y seguidores instalado en su chalé de Majadahonda. Entre brindis con champaña o whisky, se oyó el teléfono.
Al otro lado estaba el secretario de Estado de Cultura, Luis Alberto de Cuenca. '¡Ay, mi amor, cuántas cosas te debo! Me has hecho un hombre. De verdad que estoy con vosotros. Cuenta conmigo para lo que quieras', le dijo Umbral. Este agradecimiento fue recogido por todas las televisiones.
Luis Alberto de Cuenca, junto a la ministra de Cultura, Pilar del Castillo, habían aguardado las deliberaciones en una cafetería próxima al Ministerio de Cultura.
Al recibir la llamada del rey Juan Carlos, Umbral no rebajó su campechanería: 'Gracias, Majestad. Está usted en todo, lo mismo en los balandros que en la literatura'.
La mayor exhibición de llaneza se pudo ver y oír también ante la llegada de su director en El Mundo, Pedro J. Ramírez. Éste besó en la frente al ganador y dijo: 'Nos has hecho sufrir más que el indulto de Liaño', a lo que el premiado respondió : 'Sí, pero les hemos ganado'.
Ya más con vistas a los periodistas, celebró el premio definiéndolo como un galardón literario pero también político. Confundido por los datos que le transmitieron en un primer momento, según los cuales su rival había sido Pedro Laín Entralgo, Umbral se despachó a gusto diciendo que su victoria era la de la modernidad. 'Lo rompedor había brillado sobre lo putrefacto, un triunfo sobre la España del pasado', resumió.
En los días posteriores al premio, Umbral ha precisado en varias entrevistas quiénes encarnan el pasado literario en este país. Señala a la Real Academia Española (RAE), una institución en la que no ha conseguido entrar por el momento porque un grupo se opone a ello desde hace veinte años.
Ese distanciamiento se repitió, según ha explicado Umbral, el día que le concedieron el Cervantes: 'Había dos bloques: la Academia y yo. Y gané. Se trata del viejo tema del hombre frente a las instituciones'. Y añadía que pudo ganar el Premio Cervantes 2000 porque Cela, Hierro y el crítico de EL PAÍS se batieron bravamente, 'Cela con esa autoridad que acojona. Que acojona mucho; y Hierro, que hizo un informe conmovedor porque el derrotado tenía que ser un gran poeta, pero sobre todo un gran amigo suyo'.
Babelia
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