El acuerdo fiscal entre el PNV y el PP vasco facilita una posición unitaria sobre el Concierto

El único signo de normalización de las crispadas relaciones entre el PP y el PNV se dio el jueves con el pacto de estabilidad fiscal. El acuerdo, que pretende que los tres territorios tengan una normativa tributaria homogénea, ha abierto las puertas a un entendimiento entre populares y nacionalistas para afrontar la revisión del Concierto Económico, cuya vigencia termina el 31 de diciembre. Tanto desde las diputaciones como desde el Gobierno vasco se mantiene la necesidad de alcanzar una posición común entre las instituciones, gestionadas ahora por el PNV-EA y el PP, para negociar con la Administración central.

Fuentes del Gobierno consideran que éste es el único camino y aseguran que las relaciones en el Órgano de Coordinación Tributaria (OCT) son buenas. El diputado de Hacienda de Vizcaya, Javier Urizarbarrena, expuso ayer la misma tesis y señaló la necesidad de seguir profundizando en esta política de colaboración. El PP ya manifestó el jueves la necesidad de pactar entre las instituciones vascas. Su idea es que Álava juegue al mismo nivel que las otras haciendas. Así, los populares aseguran que su partido estará sentado en los dos bancos durante la negociación del Concierto: en el vasco y en el del Estado.

El entendimiento entre las tres haciendas se ha hecho también evidente con la oposición alavesa a los tres nuevos recursos presentados por el Gobierno central contra otros tantos incentivos fiscales. El diputado general de Álava, Ramón Rabanera, se entrevistará el próximo jueves en Madrid con Cristobal Montoro, ministro de Hacienda. En la agenda del encuentro estarán sin duda los últimos recursos que han vuelto a romper la paz fiscal alcanzada hace ahora un año, tanto como la posición del Ejecutivo central, manifestada por el propio Montoro, de empezar a negociar el Concierto sólo con el Ejecutivo vasco que surja del adelanto de los comicios.