El IVAM presenta su visión canónica de la obra de Julio González

Esta visión canónica de uno de los precursores de la escultura contemporánea se desarrolla a lo largo de cinco salas siguiendo un recorrido cronológico que desemboca en la pieza más preciada, Mujer ante al espejo, considerada una obra maestra del arte del siglo XX. Se han pintado las paredes de gris y se ha rebajado la iluminación con el fin de destacar la expresividad de las esculturas y de mejorar las condiciones de exhibición de los dibujos. De tal modo que la atmósfera subraya el dramatismo de los hierros forjados y soldados y de los bronces fundidos de este creador que, junto a Picasso, cambió la valoración del hierro y la forma de modelar el espacio a través del volumen.

La exposición también reúne los dibujos y las piezas de orfebrería, única fuente de ingresos segura durante la vida de Julio González (Barcelona 1876, París,1942). La nueva instalación ocupa la sala de la planta baja que recibe el nombre del artista y en la que habitualmente se han colocado los fondos. Se exhibirá durante 18 meses. Luego se realizará otra de las exposiciones del ciclo destinada a proporcionar diversas lecturas de la obra del escultor. Con posterioridad se volverá a la ordenación propuesta por Tomás Llorens que se quedará así como la instalación permanente de Julio González en el IVAM. Este centro posee la colección museográfica más importante del artista, dado que cubre todas las etapas de su trayectoria creativa. Alrededor de 300 piezas conforman los fondos, indicó Barañano. No en vano, las adquisiciones y donaciones de las herederas del escultor, Carmen Martínez y Viviane Grimminger, constituyeron el pilar sobre el que se edificó y desarrolló la colección del IVAM. El consejero de Cultura, Manuel Tarancón, recordó ayer este extremo.

Abre el recorrido cronológico de la exposición la sala denominada De Barcelona a París, que recoge las obras elaboradas en los 20 primeros años de su trayectoria bajo la influencia del Modernismo y Novecentismo; la sala Planos y volúmenes analiza el interés de González por el uso de estos conceptos por el cubismo, siendo ya el tema dominante la figura femenina; Dibujar en el espacio recoge la formulación escultórica revolucionaria del artista, que sustituye masas y volúmenes por planos, líneas y vacíos, desapareciendo la figuración, aunque González siempre rechazó su adscripción abstracta; La sombra, la noche, la materia, 1934-1936 se centra en la función de la sombra y en la nueva búsqueda de los valores de la estatuaria tradicional; Últimas obras. El principio de metamorfosis acaba el recorrido con una síntesis de las investigaciones escultóricas de González.

La contemplación de las obras se complementa con el estudio crítico y documentado de las mismas realizado por el especialista Guillermo Solana. Este catálogo razonado, publicado con la colaboración de Bancaixa y Aldeasa, se inscribe en la política de clasificación completa de los fondos del IVAM, que ya se inició con la publicación de Las colecciones de fotografía y fotomontaje. Barañano subrayó la importancia del libro de González, que viene a cubrir un vacío y a ampliar el catálogo razonado de toda la obra del escultor elaborado por el ex miembro del consejo de administración del IVAM, Jörk Merket.

Por otra parte, la reciente exposición De la antropofagia a Brasilia, organizada por el IVAM, viajará al Museo de Arte Brasileño Faap de Sâo Paulo en el 2002 debido a la repercusión y al éxito obtenido, según comentó ayer el comisario de la misma, Jorge Schwartz.