Juego duro
No es la primera vez que el gremio de los escritores pone a los dueños del negocio de Hollywood contra las cuerdas. Décadas atrás, en la época dorada del cine norteamericano, el sindicato de los guionistas era el nido de los disconformes y creó muchos quebraderos de cabeza a los censores y a los vigilantes políticos de Washington. Pero esa época es ya territorio de la leyenda. Hoy, el gremio de las ideas se mueve mucho más a ras de suelo y lo que reclama es una prosaica tajada mayor para el escritor.
Todavía está en la memoria de las cosas cercanas la figura bondadosa y conciliadora de Steven Spielberg, mientras aprovechaba la ocasión de oro del Oscar que le regalaron por toda su carrera, para suplicar, en medio de una devastadora huelga de guionistas, un inmediato acuerdo entre los escritores y los negociantes, porque de lo contrario, arguyó de forma solemne, el gigante Hollywood se desmoronaría como un castillo de naipes.
Lo que es nuevo, que yo sepa, es que los actores acompañen esta vez a los guionistas en la amenaza de convertir a los estudios en desiertos y a los despachos de los directivos en manicomios. Los escritores y los actores de Hollywood saben mejor que nadie que la solidez del cine que hacen se sostiene, como los gatos, en tres patas: la solvencia de la escritura, la fuerza convocadora de la estrella y la precisión del entramado del reparto. Basta que uno de los tres motores falle para que el olimpo tenga que cerrar las puertas.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.