'Lo más grave está por descubrir'
'Estamos aún asustados. Desde la mañana del sábado hay réplicas del gran terremoto cada dos minutos. El edificio de la embajada, que está construido a prueba de seísmos, ha sufrido daños; tenemos grietas y fisuras', asegura por teléfono el embajador de España en El Salvador, Andrés Collado. 'Las pérdidas materiales en todo el país son cuantiosas; sólo la capital, en San Salvador, todos los edificios presentan algún tipo de daño, pero creo que lo grave está aún por descubrir, hay mucha gente en otras zonas atrapada bajo los escombros'.
Collado acababa de llegar de una reunión con el Gobierno salvadoreño, destinada a coordinar la pronta llegada de ayuda. Asegura que las calles de la capital están desiertas. 'Las tiendas están cerradas, a pesar de que aquí abren los domingos; no hay gente en la calle. La mayoría de las personas ha dormido a la interperie, en los jardines de sus casas o en los públicos. Las réplicas tienen aterrorizada a la población'.
El embajador español, destinado en El Salvador desde agosto de 1998, se queja de la mala suerte de este país. 'Cuando comienzan a salir de una desgracia, les cae otra. Tienen los hados en contra. Es una pena, porque este país iba muy bien. Muchos de los puentes se han caído, incluso alguno recién estrenado; las comunicaciones con Guatemala están cortadas, porque gran parte de la frontera está trazada sobre ríos. Las carreteras también han sufrido daños. Es una tragedia. Las televisiones y las radios emiten constantemente. En cada noticia el número de muertos aumenta. También emiten mensajes de personas que se buscan. Hay muchos mensajes procedentes de EE UU, donde en California residen dos millones de salvadoreños. Éste es un pueblo muy animoso, que se crece en la tragedia, pero la naturaleza se está cebando con ellos'.
El embajador ha logrado contactar con parte de la comunidad española en El Salvador, unas 1.650 personas, muchas de ellas catalanas. 'Están todos bien, al menos todos con los que hemos conseguido hablar. No puedo garantizar el 100% del resto'.
El embajador Collado admite que va a ser necesaria la ayuda, sobre todo hospitales de campaña. 'El terremoto ha derribado cuatro hospitales; el de San Miguel, que tenía mil camas, ha quedado reducido a escombros; los médicos están tratando a los pacientes en las zonas ajardinadas'.
La conversación no ha durado más de cinco o seis minutos. 'Ahora estoy sintiendo otro temblor muy fuerte', dice Collado con voz nerviosa. 'Tengo que colgar, adiós'.
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