Déficit de información
La información entregada por los militares chilenos sobre dos centenares de detenidos desaparecidos durante la dictadura pinochetista es el primer resultado concreto de la Mesa de Diálogo, que se constituyó en agosto de 1999 a instancias del Gobierno. Por primera vez, desde el golpe de 1973, se sentaron frente a frente oficiales de las Fuerzas Armadas y abogados de las víctimas de la represión, junto a académicos, intelectuales, religiosos y representantes de organizaciones sociales.
Durante los últimos seis meses, cada una de las instituciones armadas trabajó por su cuenta en la recopilación de datos que permitieran conocer el paradero o destino de los 1.062 detenidos, cuya desaparición se atribuye a agentes de los distintos cuerpos. El ministro de Defensa permaneció al margen, y los militares despacharon directamente con el presidente Ricardo Lagos, que estableció una estructura con María Luisa Sepúlveda para coordinar con las Fuerzas Armadas la entrega de información.
Se garantizó por ley aprobada con carácter de urgencia la estricta confidencialidad de las informaciones y el más absoluto anonimato de los informadores.
Los datos aportados han sido escasos, aunque su interpretación es de muy diversa índole, según los sectores consultados. Hay amplia coincidencia en que es la primera vez que los militares reconocen las gravísimas violaciones de derechos humanos cometidas por las instituciones armadas durante la dictadura del general Augusto Pinochet.
El ministro de Defensa, Mario Fernández, rechaza la idea de que se haya facilitado información fraudulenta al dar un listado de 150 opositores al régimen militar que, según el informe de las Fuerzas Armadas, fueron arrojados al mar. 'No es tan fácil mentir, porque el Gobierno dispone de una información muy detallada sobre los detenidos desaparecidos. No podían entregar cualquier información que no fuera verosímil'.
Quienes han entregado menos pistas han sido precisamente los que tienen las manos más manchadas de sangre: los antiguos responsables y funcionarios de la extinta DINA (policía política de la dictadura).
El otro gran déficit de información lo han protagonizado los carabineros. Tienen más temor porque son los que están más vinculados a la ciudadanía día a día. Apenas han dado información de veinte casos. La actual cúpula militar no tiene ninguna capacidad de influir sobre los militares retirados más vinculados a la DINA, según el titular de Defensa. 'No la tienen ni la quieren tener. Creo que los militares creyeron que con el informe elaborado cortaban con el pasado, que tiene un tema pendiente que se llama Pinochet'.
Aunque no todos los chilenos lo admitan abiertamente, hay pocas dudas de que los cambios que experimentan actualmente los distintos poderes fácticos durante el régimen militar, especialmente las Fuerzas Armadas y Poder Judicial, no habrían sido posibles sin la detención en Londres del ex dictador y la actuación del juez español Baltasar Garzón.
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