Prodi viaja al Magreb para impulsar el control de la inmigración clandestina y la cooperación policial

Romano Prodi ha apelado a un nuevo tipo de relaciones entre la UE y el Magreb en la primera visita que realiza un presidente de la Comisión Europea al norte de África. Libia fue excluida de la visita de cuatro días a Túnez, Argelia y Marruecos, pero el jefe del Ejecutivo comunitario sigue siendo el principal promotor para que los Quince normalicen relaciones con Trípoli. El objetivo de la gira, iniciada el jueves, es alentar la estabilidad política y la modernización económica de la zona y cooperar más estrechamente en cuestiones como la inmigración clandestina y la lucha antiterrorista.

Bruselas desmintió ayer que el rey Mohamed VI vaya a transmitir un mensaje personal de Prodi a Gaddafi cuando éste reciba al monarca marroquí la semana que viene. El presidente de la Comisión se entrevistará mañana en Rabat con Mohamed VI. Sin embargo, fuentes de la Comisión subrayan el gran interés de Prodi en que Libia se integre cuanto antes en el diálogo euromediterráneo, siempre y cuando Trípoli acepte el acervo del Proceso de Barcelona -democracia, respeto de los derechos humanos y libre comercio- y no ponga nuevas reservas a la participación de Israel y la Autoridad Palestina en ese foro, nacido en 1995. 'Se mantienen los contactos, pero el Gobierno libio no ha dado aún respuesta a si está dispuesto a suscribir todos los principios del acervo de Barcelona', observa una alta fuente comunitaria.

La visita de Prodi, que comenzó el jueves en Túnez y concluirá el lunes en Marruecos, se produce pocos días después del viaje a Trípoli de Massimo D'Alema. En 1999, Libia ingresó como observador en la conferencia euromediterránea, una vez que la ONU levantó las sanciones impuestas a Trípoli tras la entrega de dos de los supuestos responsables del atentado aéreo de Lockerbie en 1989 para ser procesados en un tercer país, Holanda. El juicio se halla en la recta final.

En la conferencia participan los Quince y 12 naciones de la cuenca meridional mediterránea, incluido Israel. Tiene por objetivo constituir una zona de libre comercio antes de 2010, pero esta meta parece una quimera ante los escasos progresos en el intercambio entre los propios países de la cuenca mediterránea, apenas un 4% del volumen total de su comercio, y la modesta cantidad de inversiones europeas en la zona, que no rebasa el 2% de su total en el mundo.

Retrasos

Revitalizar el Proceso de Barcelona fue el principal compromiso alcanzado el pasado noviembre entre los 27 países que integran el foro. Pero, tras cinco años de existencia, los acuerdos de asociación bilaterales de la UE con esos países no se han desarrollado plenamente o están aún en fase de negociación. Con Túnez, el acuerdo de asociación está en vigor desde 1998, y con Marruecos, desde el pasado marzo, pese a haber sido firmado en 1996. Con Argelia las negociaciones han dado 'un buen tirón en el último año y medio', señalan fuentes de la Comisión que creen posible cerrarlas este año pese a que capítulos como la cooperación antiterrorista, el respeto de los derechos humanos y la migración no han sido abiertos.

La asignatura pendiente de los europeos es el mal funcionamiento de los programas MEDA. La UE comprometió 3.435 millones de euros para MEDA-1 (1995-1999), pero sólo se ha ejecutado el 26% por retrasos en la gestión y la falta de capacidad de absorción de los propios beneficiarios. Para el periodo 2000-2006 se ha aprobado un monto de 5.350 millones. Prodi concederá varias ayudas durante su visita al Magreb dentro de los programas MEDA. En Marruecos, el líder comunitario entregará más de cien millones de euros para proyectos sanitarios y financieros. Bruselas ha decidido por ahora no conceder 21 millones destinados a un programa sobre pesca artesanal ante el nuevo parón que han sufrido las negociaciones para un nuevo acuerdo pesquero.