Los ecologistas denuncian falta de información en una fuga de gas

La asociación ecologista Mediterrània, con sede en el barrio de Riuclar, en Tarragona, uno de los que resultaron más afectados por un intenso olor a gas de origen desconocido que el pasado miércoles tardó casi cinco horas en desaparecer, presentó ayer una denuncia ante las administraciones municipal y autonómica por la falta de información. Según la asociación, este hecho contribuyó a causar mayor alarma entre la población.

El presidente de la asociación, Ángel Juárez, recordó que tuvo que ser la propia asociación de vecinos de Riuclar la que puso en marcha un vehículo dotado de megafonía para informar a los habitantes del barrio y aconsejarles que si se veían afectados permanecieran en sus casas. Según los vecinos, la intensidad del olor -que no pudieron precisar si se trataba de gas o amoniaco- les causó irritación en ojos y garganta, e incluso náuseas.

Juárez ha remitido sus quejas a las administraciones local y autonómica en una carta en la que se expone su falta de coordinación, la no activación de ningún nivel del Plan de Seguridad Química de Tarragona ('pensamos que la misma alarma social puede ser causa de la activación de alguna de sus fases', afirman) y la incapacidad de las administraciones para detectar el origen de la emanación, su naturaleza y su volumen. Asimismo Mediterrània denuncia que los teléfonos de Protección Civil no han servido para informar a los ciudadanos que llamaron el miércoles alertados por el olor a gas y solicita la inmediata fijación de una fecha para realizar un simulacro de evacuación de población.

Sin peligro

El responsable de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Tarragona, Agustí Mallol, recriminó ayer a los responsables de la asociación de vecinos de Riuclar que adoptaran una iniciativa -la de informar por megafonía a la población- 'irresponsable' que podía haber causado mayor alarma social. Mallol explicó que el Ayuntamiento había optado por no aplicar medidas similares porque se había comprobado la inexistencia de peligro, pero añadió que, a raíz de lo sucedido, tendrán en cuenta la necesidad de articular métodos para informar a la población.

Los hechos se iniciaron alrededor de la una de la tarde del miércoles, cuando los vecinos de los barrios de Poniente, los más cercanos al complejo petroquímico de Tarragona, se vieron alertados por un intenso olor a gas que se prolongó hasta las cinco de la tarde. Se trasladaron a la zona efectivos de los bomberos y Protección Civil, y un técnico del Departamento de Medio Ambiente, que no pudieron determinar el origen de la emisión. Todas las empresas químicas de la zona negaron a los bomberos que hubiera una fuga en sus instalaciones. El Puerto de Tarragona negó también que el origen estuviera en la descarga de algunos de los barcos que el miércoles recalaron en él.