Sin clase tras las vacaciones

Unos cuarenta niños del colegio público de la pedanía de Rincón de Bonanza, en Orihuela, no entraron ayer a clase ante la alarma que cundió entre los padres al comprobar que las aulas de los pequeños de tres y cuatro años estaban impregnadas con un producto desinfectante. Los suelos, mesas, material escolar o hasta las botellas de agua que utilizan los niños aparecieron manchadas de una extraña sustancia aceitosa, que mantenía el suelo peligrosamente resbaladizo, mientras un olor inusual llenaba el ambiente. Los padres se enteraron de la situación poco después del comienzo de clases, y acudieron al centro para llevarse a sus casas a los niños y lavarlos con rapidez. La Asociación de Padres de Alumnos anunció que los niños no volverán a clase hasta que algún responsable del Ayuntamiento les certifique que los pequeños no correrán peligro. Los padres desconocen con qué tipo de producto han estado en contacto sus hijos, porque nadie les ha dado explicaciones y sólo saben que el viernes se realizó una fumigación en el colegio. La presidenta del APA, Antonia Guil Vegara, criticó 'la dejadez' del Ayuntamiento de Orihuela, responsable de las tareas de mantenimiento del centro. Los padres bloquearon el acceso al centro con una cadena para denunciar el caso y mostrar así su protesta por lo sucedido.

El concejal de Educación oriolano, Ginés Sánchez, aseguró que 'el producto en cuestión es un desinfectante llamado Permancín y que después de 12 horas de su aplicación es totalmente inocuo y no entraña ningún peligro para la salud', y añadió que ha habido un exceso en la aplicación del producto, lo que ha motivado el problema. El director de colegio, Joaquín Marcos, indicó que el episodio 'ha colmado la paciencia de los padres, que están reivindicando un colegio nuevo sin obtener respuesta alguna'.