Las centrales cifran en mil millones el coste de las bajas de docentes 'quemados'

La evaluación oficial de las enfermedades laborales en la enseñanza se limita a sendos estudios realizados por el Departamento de Educación entre los docentes de Vizcaya y Álava hace tres cursos. La consejería, en cambio, carece de datos similares sobre Guipúzcoa.

Los sindicatos acusan a Educación de incumplir la Ley de Prevención y Riesgos Laborales, que obliga a conocer y prevenir las enfermedades. El responsable de salud laboral de STEE-EILAS, Rubén Belandia, sostiene que 'la Administración no quiere meter el diente' a los transtornos mentales de los docentes, que engloban el estrés o el agotamiento psíquico, 'porque la cantidad de millones de pesetas que cuesta aplicar la ley les asusta'.

Los informes de Educación indican que los trastornos psicológicos no son un problema alarmante entre el profesorado vasco. Sólo afectan al 3% del profesorado, incluidos los titulares y los sustitutos. El problema adquiere, sin embargo, otra dimensión cuando las 479 bajas por estas afecciones se comparan con las 5.351 bajas totales, pues su porcentaje aumenta hasta el 9%.

En los últimos cursos estos trastornos se han convertido en la tercera enfermedad más común entre el profesorado del País Vasco. Sólo la gripe y los problemas osteomusculares les superan en frecuencia. Lo que ocurre es que la media de días de inactividad laboral por trastornos mentales es de 80 días. Sólo las bajas por enfermedades tumorales son más largas, pero también más infrecuentes.

Trastornos 'enmascarados'

Responsables de salud laboral de varios sindicatos sostienen que los partes de baja suelen 'enmascarar' los trastornos mentales tras algunos de sus síntomas, como los problemas de garganta, musculares o digestivos. 'Es muy probable que las bajas por los trastornos mentales sean más de las que se registran', advierte Julen Torres, responsable de salud laboral de CC OO de Álava. El responsable del Servicio Médico de la consejería de Educación declinó ofrecer su versión.

Para los expertos, los motivos de estas bajas responden a una amplia gama de factores, entre ellos el que el profesorado está cada vez más desbordado como fuente de autoridad y de conocimientos frente a un alumno sin disciplina. A ello se suma la dejación de responsabilidades de la familia, que ha pedido a la escuela algo más de lo que puede dar en la educación de los hijos, y las dificultades propias de la aplicación de la reforma educativa que, entre otras cosas, eleva la edad escolar obligatoria a los 16 años.

Belandia recalca que la aplicación de la Logse ha influido en el surgimiento de afecciones como ansiedad o nerviosismo.