La defensa aconseja a Pinochet que se rebele y no se someta a los análisis
En una abrupta decisión que, de concretarse, implicará que Augusto Pinochet se declare en desacato ante la justicia, el abogado jefe del equipo jurídico del ex dictador, Pablo Rodríguez, afirmó ayer que recomendará a su cliente no presentarse a los exámenes médicos los días 7 y 8 de enero. La defensa también le sugerirá que no acuda al interrogatorio del día 9 por considerar que la actitud del magistrado Juan Guzmán es de hostigamiento hacia su cliente.
A la actitud de Rodríguez se sumó la petición de los jefes de las Fuerzas Armadas en el Consejo de Seguridad Nacional (Cosena) para que se aplique la ley de amnistía en los términos que fue concebida por ellos, es decir, amnistiando sin investigar. Esta interpretación fue frenada por el presidente de la Corte Suprema, Hernán Alvarez, y el presidente del Senado, Andrés Zaldívar, en la reunión de esta institución en la noche del martes.
Las declaraciones del abogado de Pinochet, que durante el Gobierno de Salvador Allende (1970-1973) encabezó el movimiento terrorista de ultraderecha Patria y Libertad, muestran la desesperación de una defensa que, hasta ayer, había tenido suficiente con maniobras dilatorias para evitar el interrogatorio al ex dictador.
'Patear el tablero'
Pero la decisión de Guzmán, que en la práctica significa tomar la declaración indagatoria a Pinochet sin esperar los resultados completos de los exámenes mental y neurológico, dejó sin más opción a la defensa del senador desaforado que amenazar con 'patear el tablero', aun con riesgo de que se ordene el arresto de su cliente por desacato al juez. 'El general Pinochet no debe presentarse a los tribunales, porque hay un magistrado que lo está hostigando y que no tiene la imparcialidad suficiente para seguir conociendo este proceso', afirmó Rodríguez. El abogado aclaró que el ex dictador todavía no ha decidido al respecto.
Según Rodríguez, la orden de Guzmán de efectuar los exámenes y el interrogatorio a Pinochet en los últimos tres días de plazo que le dio la Corte Suprema, quiere 'obligarlo a prestar una declaración indagatoria que en el fondo estaba subordinada al resultado de los exámenes médicos'. La defensa presentó la semana pasada una queja disciplinaria contra el magistrado, que la Corte Suprema abordará hoy.
Una de las abogadas querellantes, Carmen Hertz, calificó como 'un grave desacato y una burla a los tribunales' la estrategia de Rodríguez. Ella recordó las contradicciones de la defensa, que primero pidió que Pinochet fuera oído; cuando la justicia así lo decidió, recurrió a los exámenes, y cuando éstos se ordenan, 'caen en un abierto desacato que es de extrema gravedad para el país'.
El presidente, Ricardo Lagos, ratificó ayer su negativa a reinterpretar la ley de amnistía, como pidieron los jefes castrenses en la reunión del Cosena. La propuesta de los militares equivale a una demanda por un punto final para la mayoría de los crímenes por violaciones a los derechos humanos, entre ellos los cometidos por la caravana de la muerte y por los cuales será interrogado Pinochet. Durante la reunión, cada comandante en jefe hizo una exposición en la que coincidieron en plantear su preocupación por las continuas citaciones de uniformados a los tribunales. 'El poder judicial es el que interpreta las leyes, y eso quedó claro ayer', dijo Lagos.
Al retirarse de una visita a una barriada periférica de la capital, una mujer se acercó ayer a Lagos y le pidió: 'Presidente, nunca se arrodille delante de los militares'. El jefe del Estado se volvió y, aludiendo a su oposición a la dictadura, le replicó: 'Yo nunca me he arrodillado ante nadie, y yo fui el primero que levantó el dedo hacia los militares'.
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