Nuevo compañero de juego

Si secularmente el alcohol ha acompañado al hombre en muy diferentes momentos y situaciones, empieza a ser moda en los jóvenes españoles una costumbre importada de los países anglosajones: el alcohol como compañero de juego. De este modo, según las reglas del juego, la bebida pasa a ser premio o penalización.A juicio de Francisco Alonso-Fernández, catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense de Madrid, las actuales relaciones de la adolescencia y la juventud con el alcohol son tan diversas como preocupantes.

Según este experto, autor del libro Los secretos del alcoholismo. Mujer, trabajo y juventud, en el individuo en fase de desarrollo son necesarias cantidades inferiores de alcohol que en los adultos para acusar los efectos tóxicos de esta bebida.

"Es habitual", dice Alonso-Fernández, "encontrar en las urgencias hospitalarias de los fines de semana y las fiestas situaciones inmediatas de coma etílico e incluso de muerte súbita en adolescentes y jóvenes por una borrachera. Entre las secuelas es fácil hallar hepatitis, pancreatitis y trastornos sexuales, como atrofia testicular en los chicos y alteraciones del ciclo menstrual en las chicas".

Alonso-Fernández explica que el alcohol es la sustancia química adictiva que más agresividad y violencia genera en el ser humano. Los síntomas más precoces de una intoxicación etílica son los cambios en la personalidad (sobre todo, potenciación de la agresividad) y las alteraciones cognitivas, como los trastornos en la memoria y el aprendizaje.

"Al ser el cerebro el primer órgano que daña el alcohol, una de las expresiones más evidentes son los cambios de personalidad. A veces, estos cambios se expresan con la aparición de conductas violentas. Por ello, muchos actos criminales y vandálicos efectuados por jóvenes están cometidos bajo los efectos del alcohol", explica.

Según sostiene este psiquiatra, el alcohol ha acompañado al ser humano "en sus vicisitudes desde hace más de ocho milenios, pero ha sido en los últimos tres siglos cuando esta sustancia ha sido desenmascarada como la responsable de una epidemia mundial de enfermedad alcohólica y de un nutrido cortejo de graves repercusiones sobre la familia, la sociedad, la economía, el trabajo y la seguridad pública".

El Instituto Nacional de Estadística informa de que el consumo de alcohol en España es responsable del 46% de las muertes por homicidio y del 25% de las debidas a suicidio. También es responsable del 40% de los fallecimientos por accidentes de tráfico y del 15% de las muertes que se producen por accidente laboral.

Este organismo público atribuye también al alcohol la siguiente mortalidad: el 100% de los fallecimientos por intoxicación etílica aguda, 70% de los originados por cirrosis hepática, el 42% por pancreatitis aguda y el 60% por pancreatitis crónica. Igualmente, según indica esta entidad, el 50% de los cánceres del tracto digestivo superior (labio, cavidad oral, faringe y laringe) son causados directamente por el alcohol.