El fiscal pide año y medio de prisión para el autor de los aterramientos del marjal de La Safor en Tavernes
Peligro para el ecosistema
El empresario acusado de aterrar con escombros y lodos de mármol una finca de 42 hectáreas enclavada en el marjal de La Safor, en el término municipal de Tavernes de la Valldigna, podría seguir los pasos del hombre que ayer fue condenado a cinco años de cárcel por delito ecológico al contaminar con vertidos tóxicos el entorno de L'Albufera. El fiscal del caso de Tavernes, que se instruye en el juzgado de Instrucción número 4 de Sueca, acaba de solicitar en su escrito de conclusiones una pena de año y medio de cárcel para Francisco Sanchis Bellán, propietario de la partida El Ràfol, que durante años sufrió los aterramientos. En la calificación fiscal, fimada por Joaquín Baños, se resalta que los terrenos están enclavados en el marjal de La Safor, un valioso humedal de 1.292,5 hectáreas de los términos de Xeresa, Xeraco, Gandia y Tavernes incluido en el Catálogo de Zonas Húmedas de la Comunidad Valenciana (todavía no aprobado).
"Desde una fecha no determinada hasta por lo menos el mes de noviembre de 1998, el acusado ha procedido a cubrir las balsas citadas fundamentalmente con balas de prensa y rechazos del proceso de corte de piezas de mármol compactado, así como de residuos sólidos de diverso origen, tales como envases de productos fitosanitarios, aceites de motor, escombros y basura orgánica produciendo graves alteraciones físico-químicas de las aguas subterráneas y superficiales y la alteración del patrón de inundabilidad, poniendo en grave peligro el equilibrio de un ecosistema especialmente sensible a las alteraciones debido a su estructura, naturaleza y fauna y flora que cobija", asegura el fiscal.Además de la pena de prisión, Baños solicita una multa de más de 3,5 millones de pesetas (5.000 pesetas diarias durante dos años). Y, por supuesto, exige la regeneración de las lagunas mediante "la retirada de todos los materiales, escombros y residuos depositados".
En su escrito, el fiscal destaca, además, que "el acusado carece de autorización tanto municipal como de la Confederación Hidrográfica del Júcar para realizar tales vertidos". Situación inversa a otro presunto delito ecológico muy próximo investigado en un juzgado de Gandia: en el mismo marjal, el de La Safor, pero en el término de Xeresa, el alcalde Ciprià Fluixà, concedió, y hasta se concedió a sí mismo, decenas de permisos para aterrar el humedal. Ahora afronta una acusación de prevaricación y delito ecológico.
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