Las 'pymes' reducen sus ingresos, aunque obtienen más beneficios al bajar los costes financieros
En los últimos años, las pequeñas y medianas empresas (pymes) andaluzas disminuyeron sus ingresos de explotación (entre un 4% y un 7%) pero aumentaron mucho sus beneficios (alrededor de un 40%), por la reducción de los gastos financieros y la estabilidad de los costes laborales. En todo caso, los rendimientos empresariales andaluces siguen estando claramente por debajo de la media española, según el análisis de 15.000 empresas realizado por la Central de Balances de Andalucía, presentado ayer por el consejero de Empleo, José Antonio Viera, y el presidente de Unicaja, Braulio Medel.
Menos que España
La positiva evolución de la empresa andaluza en la segunda mitad de los noventa, ha ayudado a las elevadas tasas de crecimiento de los dos últimos años. El número de empresas ha aumentado en un 9% entre 1994 y 1998, un porcentaje similar al registrado en España. Por sectores, los más dinámicos han sido la construcción y los servicios, excluyendo, el comercio, mientras se ha estancado el número de empresas industriales. Por provincias, las más dinámicas han sido Almería (con un 15% más de empresas), Sevilla (14%) y Málaga (14%). Sólo en Córdoba se ha producido un descenso en el número de compañías entre 1994 y 1998 (-9,4%). La coyuntura positiva no sólo se ha manifestado en la creación de nuevas sociedades, sino también en ampliaciones de capital y fusiones que han permitido un aumento de la dimensión de las empresas, sobre todo en las provincias de Sevilla y Málaga.
Una de las variaciones más importantes en los estados financieros ha sido la reducción de los gastos. Los costes financieros de las empresas se han reducido desde 1998 "al menos en un 20%", según apuntó Braulio Medel. Este fenómeno, acompañado de una reducción del gasto unitario por trabajador y una estabilización de los costes laborales globales ha provocado una coyuntura en la que los beneficios empresariales se han disparado. Esta es una de las conclusiones más relevantes del Análisis de la Empresa Andaluza 2000, publicado ayer por la Central de Balances de Andalucía (CBA), entidad constituida por el servicio de estudios de Unicaja, Analistas Económicos, y el Instituto de Fomento (IFA). El informe de CBA es una base de datos regional con las cuentas de unas 15.000 empresas, disponible en Internet (www.centralde balancesdeandalucia.org).
Los resultados de las empresas andaluzas han registrado una evolución positiva en 1998 y 1999, aunque hay una pequeña disminución en la rentabilidad en el último año. Los ingresos por explotación se incrementaron alrededor del 9% en cada uno de los dos ejercicios. Sin embargo, los beneficios han sido inferiores a la media de las empresas españolas, en porcentaje respecto al valor añadido bruto: En Andalucía, los beneficios representan el 10,4% del VAB, frente al 15,1% en el conjunto de España. Por sectores, se aprecia que la construcción ha experimentado el mejor comportamiento en 1999, con un crecimiento de los ingresos de casi el 20% y un aumento de los beneficios que roza el 75%. En rendimiento espectacular, si se considera que en 1998 los ingresos ya subieron un 22% y los beneficios casi se multiplicaron por dos en este sector. En servicios, excluyendo el comercio, el año fue muy bueno, pero los beneficios han bajado un 20% respecto a 1998, porque en ese ejercicio habían aumentado el 125%.
Por tamaño, las pymes registran disminuciones en sus ingresos de explotación en 1997 (-4,14%), 1998 (-7,07%) y 1999, si bien sus beneficios han crecido sensiblemente en los dos últimos ejercicios, alrededor de un 40%. Mientras, las grandes empresas mejoraron sus resultados en ingresos (16,5%) y beneficios (60,3%) en el último año.
Por provincias, Córdoba, Almería y Málaga registraron incrementos de sus ingresos de explotación por encima de la media. Y en rentabilidad económica y financiera, las empresas de Huelva tuvieron el mejor comportamiento, seguidas de las de Málaga. Por debajo de la media andaluza, sólo se sitúan Córdoba y Sevilla.
Los activos fijos (instalaciones y equipos) han aumentado ligeramente en los últimos años, mientras los activos circulantes (existencias y tesorería) se han reducido. En el mismo sentido, el pasivo circulante (la deuda a corto plazo) ha disminuido, y el pasivo fijo (provisiones, reservas y deuda a largo) ha tenido un ligero crecimiento.
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