Los problemas que Clinton deja en herencia

No hay proporcionalidad en el sistema estadounidense de elección del presidente: el ganador se lo lleva todo. Pero ese principio, que ha concedido a Bush la Casa Blanca por unos cientos de votos en Florida, también se aplica a los problemas. Cuando en 1993 Clinton tomó posesión se encontró con la herencia de un enorme déficit presupuestario. A partir del 20 de enero, Bush tendrá que lidiar con un montón de asuntos no resueltos por Clinton. Éstos son algunos de ellos: - Proceso de paz en Oriente Próximo. Sería milagroso que en las próximas cinco semanas Clinton materializara su sueño de conseguir la paz entre israelíes y palestinos. Bush tomará el relevo en una misión casi imposible que comenzó bajo la presidencia de su padre.

- Controlar el enfriamiento de la economía. La economía de EE UU se enfría, lo que ha impedido a Wall Street saludar con un alza la victoria de Bush, su favorito. Bush afirma que la desaceleración confirma que es preciso recortar impuestos e inyectar dinero en la inversión y el consumo.

- Poner orden en el caos electoral. Tras el problema de la corrupción generada por el sistema privado de financiación de la política, las elecciones han revelado la chapucería de los métodos para votar y escrutar. ¿Qué hará Bush?

- Represalia por el 'USS Cole'. ¿Fue Osama Bin Laden el autor intelectual del atentado contra este buque estadounidense, el 12 de octubre, en Yemen? Clinton todavía no ha apretado el gatillo.

- Desplegar el sistema de defensa contra misiles. Clinton dejó a su sucesor la decisión sobre este asunto, que inquieta a Rusia, China y Europa. Bush es partidario de esta versión modesta de la guerra de las galaxias. ¿Afrontará sus costes diplomáticos y económicos?

- Eliminar a Sadam. Tras años de ataques ordenados por Clinton, Sadam Husein sigue ahí. Vuelve a tener a otro Bush enfrente.

- Perdonar a Clinton. Cuando salga de la Casa Blanca, Clinton puede volver a ser procesado por el caso Lewsinky. Esta vez no por el Congreso, sino por los tribunales ordinarios. ¿Le perdonará Bush, como hizo Ford con Nixon por Watergate?

- Ejecutar a Juan Raúl Garza. Clinton acaba de aplazar esta ejecución, que sería la primera a escala federal en cuatro décadas. Bush es célebre por su escasa piedad con los condenados a muerte de Tejas.

- Acabar con el 'caso Microsoft'. Los avances tecnológicos han convertido en irrelevante la voluntad del Gobierno de Clinton de segregar Microsoft, aprobada por un juez federal. ¿Ordenará Bush que el Departamento de Justicia alcance un acuerdo con Bill Gates?

- Promover el libre comercio en América Latina. Los congresistas demócratas le negaron a Clinton manos libres para alcanzar acuerdos con América Latina. Bush es un entusiasta de esta política.