EL RETO DE LA SOCIEDAD DIGITAL

Cataluña tiene un déficit de 16.000 profesionales de las tecnologías de la comunicación

Barcelona - 14 dic 2000 - 00:00CET

En Cataluña existe actualmente un déficit de profesionales de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) -básicamente expertos en informática y telecomunicaciones- que distintos estudios sitúan en torno a los 16.000, aunque no esté claro en qué nivel de la pirámide productiva se sitúan las carencias. El sistema universitario catalán ha reaccionado tarde. El Departamento de Universidades anunció hace una semana un plan de choque para reconvertir a un determinado número de estudiantes a corto plazo, pero sigue sin crear nuevas plazas.

El 5% del PIB de la UE

El Departamento de Universidades, Investigación y Sociedad de la Información de la Generalitat (DURSI) tiene previsto dar a conocer la semana próxima los resultados de una encuesta sobre el déficit de profesionales TIC en Cataluña, elaborado conjuntamente con Trabajo por medio de cuestionarios dirigidos directamente a las empresas.En el presente curso, el número de solicitudes de Ingeniería Superior en Informática en primera preferencia aumentó el 28,6%, al pasar de 758 a 975, mientras que la oferta de plazas en las tres universidades públicas catalanas que ofrecen estos estudios (UPC, UAB y UPF) era de 798. Más grave es el caso de la Ingeniería en Telecomunicaciones. Hubo 804 peticiones en primera preferencia, el 33% más que en el curso 1999-2000, pero la oferta se mantuvo en las 460 plazas que ofrece la UPC, que posee el monopolio de estos estudios. La Comunidad de Madrid ofrece el doble de plazas pese a tener menos habitantes que Cataluña.

El 80% lo paga el Estado

A la espera de las cifras que dé a conocer el DURSI, los datos que se barajan son los hechos públicos por la SEDISI, la asociación española de empresas TIC, que indican que en España faltan 60.000 profesionales en estas actividades y en Cataluña, 16.000. En cuatro años -en 2004- el déficit se situará en 320.000 en toda España, según indica esta asociación empresarial. En el trasiego por llevarse a los mejores profesionales, la SEDISI señala que Cataluña lleva todas las de perder, ya que la cuestión de la lengua, en un mercado con tan escasa oferta y tan amplia demanda, desempeña un papel muy importante.

Un estudio de la Comisión Europea sobre las oportunidades de trabajo en la Sociedad de la Información, califica este sector como el más dinámico de la economía de la UE, hasta el punto que supone ya el 5% del PIB de la UE. De acuerdo con estos datos, las industrias de la información y la comunicación están creciendo a una velocidad que supera en más de cinco puntos porcentuales a los demás sectores; de hecho, impulsa el crecimiento económico total de la UE en más del 15%.La facturación de las empresas españolas del sector de las tecnologías de la información y comunicación fue en el año 1999 de 5,59 billones de pesetas, de los que a Cataluña correspondieron 1,28 billones (22,9%), según indica la secretaría para la Sociedad de la Información de la Generalitat. Las empresas de telecomunicaciones se llevan el 46%, las compañías del sector informático el 33,4%, y las dedicadas a la fabricación de equipos electrónicos y de telecomunicaciones el 20,6%.

El PSC quiere que se destine el 1,5% del PIB a educación superior

Bricall, sobre este asunto, apuntó que en casi todos los países occidentales, de una u otra forma, el restante 80% lo cubre la sociedad, sea directamente a través del Estado o por medio de sistemas fiscales, como en EE UU, que lo derivan hacia la sociedad civil.El traspaso de la gestión de las becas universitarias del Gobierno central a la Generalitat ocupa otro de los puntos de la propuesta socialista. El PSC considera que la dotación económica que acompañe a este traspaso debe estar basada en la población y no en el número de estudiantes.

La Propuesta de Resolución sobre Educación Superior del PSC insiste también en la necesidad de aumentar la movilidad de los miembros de la comunidad universitaria, tanto en el marco europeo como a través del intercambio con terceros países o por medio de programas de movilidad con países del área mediterránea para establecer líneas de una "cooperación institucional estable".

"La Universidad ya no gira en torno a los profesores, sino a los estudiantes", dijo Bricall. En su opinión, la financiación del sistema debe concebirse en función de este principio. "Ya no se debe financiar a la Universidad, sino al estudiante, y éste es el que paga a la universidad que escoge para realizar sus estudios. El autor del informe Universidad 2000 se mostró claramente partidario del modelo de pago aplazado para los estudiantes a través del sistema fiscal. "El que se beneficia de los estudios debe reembolsar su coste una vez que su renta se sitúa por encima de la media nacional", dijo.

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