El final de un poblado insalubre

Las pésimas condiciones de insalubridad del poblado de la Cañada Real (situado en el distrito de Vallecas Villa) fueron denunciadas en 1998 por el Defensor del Pueblo y por el Consejo de Europa. Miembros de este organismo europeo visitaron un año antes el poblado, próximo al inmenso vertedero de Valdemingómez, y elaboraron un contundente informe en el que exigían su desmantelamiento y el realojo de sus moradores en viviendas dignas. Durante años, los hijos de los chabolistas han convivido con el basurero y con una piara de cerdos cercana a sus chamizos.El Ayuntamiento de Madrid tomó nota de la exigencia del Consejo de Europa y decidió desmantelar este poblado marginal progresivamente y realojar a sus moradores en viviendas sociales repartidas por diversos puntos de la ciudad. En 1998, 11 de las familias fueron realojadas en casas sociales de la Comunidad y el Ayuntamiento. Si en un principio el Consistorio alegó razones urbanísticas para derribar las favelas, luego, tras la sentencia del Juzgado de lo Contencioso número 12 de Madrid, amparó los derribos en su insalubridad. Las últimas tres chabolas del núcleo central de este asentamiento fueron demolidas el pasado 22 de noviembre.Este poblado nació en 1994, cuando el Ayuntamiento trasladó a este aislado trigal a 22 familias del camino de Los Toros (San Blas) cuyas casetas entorpecían la construcción de pisos en el polígono de Las Rosas. La eliminación de las tres últimas favelas no supone, sin embargo, la erradicación del chabolismo en la Cañada Real, ya que en la zona hay centenares de infraviviendas y 75 tiendas de campaña para nómadas del este de Europa puestas allí por el Ayuntamiento y la Comunidad.