_
_
_
_

Una extensa obra analiza el reinado de Carlos V a través de su corte

El proyecto es el resultado de 15 años de investigación y escritura

Quince años de investigaciones en más de sesenta archivos y dos años de escritura han dado como fruto cinco volúmenes que comprenden la obra La corte de Carlos V, editada por la Sociedad Estatal para la Conmemoración de los Centenarios de Felipe II y Carlos V. Un equipo, dirigido por José Martínez Millán, emprende una novedosa línea de estudio: analiza la figura de Carlos V buceando en el órgano de poder más influyente, en su corte.

Esta ambiciosa obra, de más de 2.000 páginas, que ha contado con el patrocinio de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, es uno de los estudios más exhaustivos sobre la figura de Carlos V, un rey olvidado deliberadamente por la historiografía de los siglos XIX y parte del XX. No interesaba porque se le consideraba el "rey más extranjero de la historia de España", a pesar de la rehabilitación que propiciara Menéndez Pidal, dice José Martínez Millán. "Por primera vez, un rey que se ha educado en Bruselas y de padres extranjeros llega a Castilla, y había que hispanizarlo. Entonces, Menéndez Pidal creó la teoría de la hispanización de Carlos V diciendo que el emperador es español porque aplica el programa de gobierno de Fernando el Católico, y eso es falso", explica Martínez Millán.Este profesor de Historia Moderna de la Universidad Autónoma de Madrid pidió hace 15 años a nueve alumnos aventajados y estudiosos de las élites de poder en la Edad Moderna (sin pensar en futuras conmemoraciones) que trabajaran en sus tesis sobre la estructura de poder de Carlos V saliéndose de la metodología habitual. Es decir, llegar a la figura de Carlos V no mediante el análisis de sus instituciones, sino por medio de las relaciones no institucionales, "porque es ahí, en esas relaciones clientelares, donde siempre se ha articulado el poder, antes y ahora".

Hubo otra razón por la cual el coordinador de la obra también eligió la corte y su proyección en los distintos territorios como medio para conocer la figura de Carlos V. "Porque ése fue el sistema que dio unidad a su vastísimo imperio".

Esta tesis de que hubiera unidad política se contrapone a la defendida por Viçens Vives, advierte Martínez Millán. Para el gran historiador catalán, con Carlos V no existió la unidad imperial porque no había nada en común entre los reinos; en el siglo XVI cada uno tenía sus propias instituciones y esa dispersión daría lugar al origen de las naciones. "Viçens Vives planteó bien el tema, pero le dio mala solución, porque no había instituciones en el sentido actual, como las entiende él. El gobierno de Carlos V era personal, pero dentro de su servicio había unidad política y de la corte salía su proyecto político contra el turco o su política con Aragón".

La corte del emperador Carlos V fue, a juicio de Martínez Millán, universal. "Al principio, y hasta 1527-1529, dominaban los flamencos, la casa era la de Borgoña; después, los españoles, que eran servidores de Fernando el Católico y que dominan la corte hasta 1545-1547. Pero, en 1530, cuando el emperador viaja a Italia, se trae también gente de allí, y en 1531, que va a Innsbruck, mete a germanos y austriacos".

La corte se dividía en tres secciones: la casa real, los consejos y tribunales y los cortesanos. Esta misma división han aplicado los autores en La corte de Carlos V. En la primera parte (volúmenes I y II) se analiza el funcionamiento del reinado de Carlos V visto desde la corte, que era donde recalaban las élites de los reinos y se formaban las facciones ("el que está más cerca del rey obtiene más favores y luego influye en la sociedad"). En la segunda parte (tomo III) se presentan los consejos y consejeros del emperador, unos 130, claves para conocer cómo se toman y se ejecutan las decisiones. Este tomo contiene las biografías de todos ellos. La tercera parte (volúmenes IV y V) se ocupa del universo de las casas reales (la castellana y la de Borgoña), desde la cocina, dominada por el estilo borgoñón, hasta los artistas sobre los que se ejercía el mecenazgo. Los dos tomos incluyen también las biografías de unos 8.000 servidores de la familia real.

Los autores han hurgado en 60 archivos, varios de ellos casi vírgenes, repartidos por los países que fueron el imperio de Carlos V, entre otros, el de Simancas, de los Duques de Alba, General de Bruselas, de Lille (Francia) y el del Vaticano.

La urgencia por acabar el proyecto antes de finalizar este año, y por tanto los centenarios, ha impedido que todos los tomos contengan ilustraciones, a pesar de que su gran formato estaba pensado para ello. La tirada es de 800 ejemplares.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_