Partidas de carne quedan sin control en Granada por falta de veterinario
El servicio de veterinarios del Ayuntamiento de Granada, responsable de la inspección sanitaria de la carne y el pescado que se consume en la capital, ha alertado sobre la escasez de personal que padece, que impide el control de todas las partidas de alimentos que se venden. De los siete veterinarios en plantilla, uno está de baja y otro ejerce funciones administrativas. En un escrito remitido al alcalde, los cinco restantes explican que no dan abasto para controlar todas las salas de despiece, Mercagranada y otros mercados. De acuerdo con la población de Granada, consideran que serían necesarios 22 veterinarios para realizar todas las inspecciones.La situación más grave, advierten los veterinarios, se da en el único matadero existente en el término municipal de la capital, el de Pollos Arenas. La ley obliga a que un veterinario controle continuamente el sacrificio de los animales. Esta labor dura unas doce horas y el veterinario está presente durante las ocho horas de su jornada laboral, con lo que quedan varias horas fuera de control.
El director del área de Medio Ambiente del Ayuntamiento, Jesús del Río, aseguró ayer que la calidad y la frecuencia de las inspecciones es "aceptable" y que se aumentará el número de veterinarios en "uno o dos años".
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