50.000 sindicalistas reclaman en las calles de Niza una "Europa social"
Varias decenas de miles de personas, entre 40.000 y 50.000 según la policía, desfilaron en la tarde de ayer por las calles de Niza en respuesta a un llamamiento de la Confederación Europea de Sindicatos. El cortejo, única nota de animación destacable en una ciudad asfixiada por las medidas de seguridad, difundió un sólo eslógan: "Queremos una Europa social". Líderes franceses y de otros sindicatos de países miembros de la UE marcharon a la cabeza de la manifestación. Españoles de la UGT, italianos de Rifondazione Comunista y hasta militantes macedonios marcharon durante varias horas, bajo la lluvia fina que bañaba la estatua dedicada a Garibaldi. En torno a la imagen del liberador de Italia, nacido en esta ciudad francesa, manos anónimas habían colocado carteles pidiendo la liberación de los presos de ETA.
Jóvenes de distintas nacionalidades con aspecto de radicales, algunos de ellos españoles, seguían la manifestación. Pero el protagonismo fue en todo momento de los sindicatos y, sobre todo, de la Conféderation Générale des Travailleurs (CGT), como es natural en Francia. "Ohé, ohé, ohá, la CGT siempre está acá", coreaban los militantes de este sindicato, comunista y muy mayoritario. La mayoría de ellos, cubiertos con anoraks, pegatinas, gorros y banderolas, tenían pinta de haber estado siempre ahí, secundando consignas tradicionales bastante alejadas del nuevo tono radical de la protesta contra la globalización que adquirió imagen de marca en Seattle.
El despliegue policial, unos 7.000 agentes, correspondía a un perfil de manifestación previsiblemente más violento, que podrían tener todavía oportunidad de realizarse, ya que la cumbre va a ser larga y los llegados a Niza por desacuerdo con la imagen de Europa que proyecta esta reunión son evidentemente numerosos. Entre ellos no se encuentra José Bové, el líder francés de la antiglobalización, que ayer fue detenido en París cuando protestaba contra la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Unos 500 manifestantes intentaron tomar la estación de trenes para protestar por el bloqueo de unos mil activistas italianos en la frontera con Francia. El enfrentamiento posterior con la policía dejó heridos por ambos bandos.
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