EE UU considera aceptable un precio entre 20 y 25 dólares para el petróleo
La UE insiste en la necesidad de un mercado más transparente
Los dos mayores consumidores de crudo, la UE y EE UU, insistieron ayer en el Foro de la Energía que hasta hoy se desarrolla en Riad, capital de Arabia Saudí, en alertar de los graves efectos que para sus economías tiene un precio del barril de petróleo por encima de los 30 dólares. Para EE UU, un margen de entre 20 y 25 dólares sería aceptable para todos, incluidos los países en desarrollo. La UE insistió en la necesidad de un mercado más transparente.
Una indirecta a la OPEP
El secretario estadounidense de la Energía, Bill Richardson, hizo hincapié en cuatro puntos, básicamente: el mundo necesita más petróleo, un barril a 30 dólares es demasiado alto y debería estar cinco dólares más barato, y el mercado debe ser más transparente para que los precios sean estables. Por último, advirtió de que el sector petrolero requiere una fuerte y constante inversión si el mundo no quiere sufrir escasez de crudo en el futuro.Tanto la comisaria europea de Energía y Transportes, Loyola de Palacio, como Richardson advirtieron de que si el barril se mantiene en torno a los 30 dólares como ha sucedido en el último mes y medio jornada tras jornada, la economía mundial sufrirá una fuerte recesión, que puede ser incluso peor que la que desencadenó la crisis financiera asiática de 1997.
La comisaria afirmó que los altos precios del crudo resultarán en una contracción de 0,3 puntos del crecimiento de Europa a finales de este año y serán los responsables de que la inflación en la zona euro se duplique; es decir, que de un IPC armonizado de más del 2% previsto para 2000, poco menos de la mitad se atribuye al impacto de los precios de la energía.
Richardson no cifró el impacto del crudo en la economía estadounidense, pero coincidió en que será bastante negativo. La UE no cree que haya escasez de crudo en el mercado, pero tampoco opina que sobre esta materia prima. EE UU, en cambio, sí cree que la OPEP debe aumentar su producción en enero o, al menos, mantenerla en los niveles actuales.
Estas declaraciones fueron una indirecta contra las intenciones de la OPEP de reducir su extracción a partir de febrero próximo. La comisaria europea dijo que si la oferta disminuye en pleno invierno los precios del crudo se dispararán, y que esto no conviene a nadie, ni siquiera a los países exportadores. De Palacio también señaló que confiaba en el buen criterio de Arabia Saudí para que el flujo de crudo que el mercado necesita no se frene.El ministro de Petróleo saudí, Alí al Naimi, se apresuró a informar de que su país producirá tanto crudo como se demande. Al Naimi salió indirectamente al paso de una información que circuló ayer por los pasillos del Foro, que confirmaba que Irak ha interrumpido la salida de un gran volumen de sus exportaciones de crudo debido a que Naciones Unidas aún se niega a autorizar que las cobre en euros, en vez de en dólares.
Hay un consenso, tanto de los expertos como de los delegados de los países consumidores presentes en Riad, de que la oferta de crudo no es en este momento un problema. Incluso si Irak dejase de producir, a Arabia Saudí aún le queda una capacidad extra de poco más de un millón de barriles diarios, sobre los nueve que ya produce, para reaccionar a una emergencia.
Por ello, el tema en que tanto la UE como EE UU insistieron con plena coincidencia es en la necesidad de que haya más transparencia en el mercado petrolero, es decir, que se sepa con exactitud quién produce y cuánto, y cuánta cantidad hay en los inventarios.
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