Pérez-Reverte recibe 640 preguntas en una hora de 'chateo' en Internet
El autor de la serie 'Alatriste' responde a sus lectores a través de Inicia
Arturo Pérez-Reverte, que acaba de colgar su cuarto Alatriste en Internet, se sometió ayer a un chateo con sus lectores y rompió el récord. En una hora le bombardearon con 640 preguntas de todo tipo. Él contestó a las que tenían que ver con la literatura y Alatriste, "personales, no". Pero alguna de éstas se coló. En esa hora le dio tiempo a responder 60 cuestiones, un 10%, porque depende de si uno se explaya o no, y Reverte es de los que puntualizan.
Góngora o Quevedo
Eso es lo que tiene Internet. Que, como es anónimo ("aunque yo, por algún dato, he reconocido a alguien", dijo Pérez-Reverte) o entran con seudónimo, las cuestiones que se plantean en un chat, en este caso por los lectores, son de todo tipo: literarias, muchas sobre su faceta de periodista, algunas insinuantes, otras puro bordes... Siete de la mañana, suena el despertador, ejercicio, café, 10 horas por delante de escritura, ¿en qué piensa? "Te sabes mi vida mejor que yo. Pienso que tengo por delante 10 horas de magnífica aventura. Ése es un motivo estupendo para empezar el día", respondió Arturo Pérez-Reverte (Cartagena, 1951), uno de los pocos escritores en habla hispana que ha publicado su nueva novela, El oro del rey, antes en la Red que en papel.
Las preguntas, que le llegaban al autor a una velocidad de vértigo, eran sometidas a una criba, si no es imposible responder a todas. Además, muchas se repiten. Pérez-Reverte, ayudado de un botellín de agua, unas gafas que no le gusta ponerse y un cigarro, seguía: ¿Por qué parece mostrase esquivo con su público y no se da un bañito de masas de vez en cuando, que no viene mal? "Ya me doy demasiados baños de masas cuando no puedo evitarlo. Creo que es un error que el escritor se pase la vida haciendo mesas redondas y haciendo el chorra en público. Lo ideal es que te conozcan por tus libros, y aparecer lo estrictamente necesario".
Como ya es sabido, este escritor no es un entusiasta de Internet, a pesar de que está vendiendo libros por la Red como rosquillas (un promedio de 1.000 ejemplares por día). Por eso, su relación con Internet levantaba curiosidad: que por qué aceptó ese reto de publicar primero su libro en la red: "Porque era una oportunidad de llegar a mucha gente a la que nunca habría llegado a través de las librerías"; o qué le parece que su libro ahora se esté distribuyendo gratis por e-mail (error: cuesta 500 pesetas): "Dondequiera que los piratas informáticos se reúnan en mi nombre, ahí estaré yo. Me encanta que hagan eso en memoria mía". ¿Y no siente traicionar a los libreros? "Conozco a un librero que ha informatizado su librería y está en Internet. Si él está, por qué no yo... Tengo la certeza de que no se venderá ni un libro menos en las librerías cuando el 1 de diciembre aparezca El oro del rey en su formato habitual". Y aclaró que no es que no le guste Internet, sino que es un tipo que nació en 1951 "y hay cosas a las que no es fácil adapatarse".
Abundaron las cuestiones relacionadas con el periodismo, al que Pérez-Reverte dedicó muchos años. Respondió que dejó su vida de corresponsal porque llevaba 21 años haciendo eso sin poder hacer otras cosas: "Quería navegar (por el mar), leer y envejecer con cierta serenidad reflexionando sobre lo leído, lo vivido y lo imaginado, a eso me dedico ahora".
Le pidieron a Pérez-Reverte, que no perdía el tiempo pensando las respuestas (remataba una por minuto), y eso que se explayaba, que citara escritores contemporáneos españoles: "Manuel Rivas, Prada, Luis Mateo Díez, Eslava Galán, Javier Marías, Enrique Vila-Matas..." ¿Góngora o Quevedo? "Yo habría sido capaz de emborracharme e irme de putas con Quevedo sin el menor problema, incluso batirme. Nada de eso hubiera sido posible con Góngora".Sobre mujeres le hicieron varias preguntas, alguna en clave: si conoce a alguna mujer que quiera parecerse a Justine. "Es asunto mío".
Del personaje Alatriste, que ya va por su cuarta entrega (faltan dos), le dijeron si no tenía miedo que se le fuera de las manos: "No se me va de las manos nadie. A mis personajes los tengo acojonados". Desveló que ya le ronda una próxima novela, "larga, y en la que en cierto modo está presente el mar".
Pérez-Reverte salió de este envite, pasada una hora, como si nada. Acerca de si prefiere preguntas en la Red o en una rueda de prensa dijo que "las preguntas más interesantes" se las hacen fuera de las ruedas de prensa. "Y de esta experiencia me ha parecido muy placentero ser cómplice con los lectores en un mismo territorio". Entonces, ¿rendido ante Internet? "No, soy muy viejo para rendirme".
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.