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Los rectores recuerdan a Ortega y debaten la misión de la Universidad

Puyol propone una vía intermedia entre culturalismo y utilitarismo

Miguel Ángel Villena

"Quiero creer que Ortega tenía razón, que hay un camino intermedio, balizado por el sentido común, entre el culturalismo y el utilitarismo". Las palabras del rector de la Universidad Complutense, Rafael Puyol, resonaron ayer 70 años después de la publicación de Misión de la Universidad en el congreso sobre Ortega y Gasset. Igual que entonces, se discutió sobre formación e investigación o cultura y mercado laboral, entre otras cosas.

Tras reseñar que Ortega tenía razón en su obsesión por la transmisión de la cultura como principal misión de la Universidad, Puyol destacó que "el problema hoy sigue siendo la elección entre las tesis culturalistas y las utilitaristas". Y a propósito del vértigo de los cambios sociales y tecnológicos, el rector de la Complutense y catedrático de Geografía Humana declaró: "El futuro no será el tiempo de los especialistas, sino de las personalidades adaptativas y versátiles por la capacidad con que cambia nuestra circunstancia".A los retos de la Universidad también se refirió Saturnino de la Plaza, rector de la Politécnica de Madrid y presidente de la Conferencia de Rectores. En el marco de una sociedad globalizada y cada vez más competitiva, De la Plaza explicó que "hoy se pide a la Universidad que genere titulaciones que se adapten a las nuevas ocupaciones y que modernice el contenido de sus enseñanzas a las necesidades del mundo del trabajo". En la mesa redonda de rectores, celebrada anoche y en la que participaron asimismo Jaime Montalvo, de la UNED; e Ignacio Berdugo, de Salamanca, apareció el eterno dilema entre la enseñanza y la investigación, si bien todos los responsables universitarios se mostraron de acuerdo en mantener un equilibrio entre ambas facetas.

"Por eso", comentó De la Plaza, "a los profesores universitarios se nos pide un esfuerzo de adaptación a los nuevos métodos, pero siempre manteniendo las esencias irrenunciables de la función docente porque enseñar es un arte y nada puede reemplazar la riqueza del diálogo pedagógico".

Regeneración

La jornada de ayer del congreso sobre José Ortega y Gasset (Madrid, 1883-1955) se centró en los aspectos educativos, uno de los tres ejes de estas jornadas que concluyen hoy en Madrid. Aunque eclipsado por la publicación en el mismo año de La rebelión de las masas (1930), la obra Misión de la Universidad fue una de las principales aportaciones de Ortega a una cuestión vital para rescatar a España del atraso cultural en que se encontraba sumida antes de la proclamación de la II República en 1931. Catedrático de Metafísica en la entonces Universidad Central de Madrid, Ortega y Gasset mantuvo una constante preocupación a lo largo de su vida por la regeneración intelectual, una tarea en la que la Universidad jugaba y juega un papel fundamental. Tertulias, conferencias y artículos completaron siempre la labor pedagógica de Ortega.Ya en las sesiones matutinas del congreso, el catedrático de Filosofía y vicerrector de la Universidad Complutense de Madrid, Ramón Rodríguez, trazó un sombrío panorama de las misiones actuales de la institución académica. "La Universidad hoy", manifestó, "está situada en el mercado de la cultura cuando su enfoque debe estar centrado en la formación". A juicio de este experto en Ortega, el filósofo madrileño creía que la Universidad no daba una formación adecuada. Ramón Rodríguez puso el dedo en la llaga al subrayar: "Porque, en realidad, cultura significa comprensión del mundo y no sólo la pura y simple transmisión de conocimientos".

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