Kilos de seriedad
Si con todo esto los franceses no vuelven a recuperar el gusto por el bistec es como para desesperarse con la política y los rumiantes.Como si quisiera compensar un cierto retraso en el arranque de medidas, el primer ministro ha cargado las tintas en la cantidad, dando un contenido enciclopédico pormenorizado al tema de las vacas locas. Francia será desde ahora el país mejor protegido contra la epidemia, con un conjunto de medidas que sobrepasan en rigor a aquellas tomadas por el Reino Unido. Tanto mejor.
Los kilos de seriedad imperturbable de Jospin no serán suficientes para reparar los destrozos provocados en la opinión pública por el temor a la enfermedad de la encelopatía espongiforme. Hemos asistido a una verdadera fábula contemporánea. La manera en que una chispa (la presencia de restos de harinas animales en algunos piensos para ganado bovino) ha prendido fuego a la llanura, muestra el grado de inflamabilidad alcanzado por la opinión pública en materia de seguridad alimentaria. El riesgo objetivo creado por la "nueva variante" se ha visto multiplicado por la sospecha a priori hacia los alimentos industriales. El acceso a una alimentación abundante y barata, cosa que no deberíamos olvidar tan rápido, es una de las principales conquistas de la época moderna. Además, estos alimentos tienen en general una calidad higiénica superior a la que existía hace sólo unas décadas. (...) Jospin ha puesto a prueba los límites de un acercamiento racionalista de los gustos y ascos populares.
Gérard Dupuy
París, 15 de noviembre
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.