Puerto Rico elige una gobernadora que rechaza la integración
Sila Calderón, del Partido Popular Democrático, se opone a que la isla sea un Estado más
Denunciando la corrupción de su predecesor, el demócrata Pedro Roselló, oponiéndose a la plena conversión de la isla en un Estado norteamericano y también a los bombardeos militares en Vieques, Sila María Calderón se ha convertido en la primera mujer que ocupa La Fortaleza, el centro del poder en Puerto Rico. El pasado día 7, Calderón ganó las elecciones para gobernador de Puerto Rico con el 48% de los sufragios, frente al 45% obtenido por Carlos Pesquera, partidario de la plena integración boricua en Estados Unidos, y el casi 5% del independentista Rubén Berríos.Es relevante el que, más de una semana después, los claros vencedores de la jornada electoral estadounidense sean mujeres: Hillary Clinton en su lucha por un escaño en el Senado por Nueva York; Calderón en su envite por el Gobierno de Puerto Rico, la isla caribeña arrebatada a España por EE UU en 1898 y cuya soberanía navega desde entonces por aguas ambiguas.
Calderón ganó defendiendo el mantenimiento de la presente situación, en la que Puerto Rico no es independiente, pero tampoco miembro de pleno derecho de EE UU, sino Estado Libre Asociado.
Nacida en septiembre de 1942, licenciada en Ciencias Políticas en Nueva York y Puerto Rico, bilingüe, casada con un empresario de seguros y madre de tres hijos, Calderón, hasta ahora alcaldesa de San Juan, la capital puertorriqueña, y líder del Partido Popular Democrático (PPD), tomará posesión el 2 de enero. Con una elevada participación, en torno al 80%, su partido ganó también las legislativas de la isla y obtuvo el cargo de comisionado residente o delegado en el Congreso de EE UU. "Triunfó el gobierno limpio de Puerto Rico sobre el despilfarro y la corrupción", declaró la gobernadora electa. En su victoria pesó su militancia contra la continuidad de los ejercicios de bombardeo por tierra, mar y aire que efectúa la Marina estadounidense en la pequeña isla de Vieques. "Paz para Vieques" fue uno de los grandes lemas de su campaña. La nueva gobernadora podría denunciar algunos aspectos del acuerdo alcanzado el pasado enero por la Marina y Roselló, el aliado de Bill Clinton que ejercía entonces como gobernador demócrata. Apadrinado por la Casa Blanca, ese acuerdo quiso poner punto final a las protestas puertorriqueñas por unos bombardeos que en abril de 1999 provocaron la muerte de un civil.
Referéndum
El pacto establece que las maniobras continuarán hasta que se celebre en 2002 un referéndum entre los 9.600 habitantes de Vieques. Se les preguntará si quieren que terminen los bombardeos o si prefieren que la Marina les entregue ayuda económica a cambio de su continuidad. Calderón desea negociar personalmente con el próximo presidente de EE UU una revisión de ese acuerdo. El problema es que todavía no se sabe si éste será Al Gore o George Bush. Los dos se declararon durante la campaña partidarios de mantener la situación en los términos fijados por Roselló.Calderón firmó el lunes una carta dirigida a Clinton instándole a que ordene a la Marina que suspenda todas sus actividades en Vieques hasta su salida de la Casa Blanca, el 20 de enero. Entretanto, ha anunciado el comienzo de una campaña para terminar con la corrupción que, según denuncia, ha caracterizado los dos mandatos consecutivos del demócrata Roselló. Un primer paso será la realización de auditorías de todas las obras de infraestructura pública realizadas en ese periodo.
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