Dos jefas de Urgencias declaran por el caso de la mujer que murió desangrada
El abogado José Luis Abrisqueta, representante legal de la familia de Estela Bonilla, la joven de 24 años que murió desangrada el pasado mes de agosto tras sufrir un accidente doméstico en su vivienda de Alicante, mostró ayer su satisfacción por "la rigurosidad exhaustiva" con la que la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Alicante está llevando el caso.Tras prestar ayer declaración ante la juez, la coordinadora del Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) y la médico del Servicio Especial de Urgencias (SEDU) que se encontraba de guardia cuando se produjeron los hechos, Abrisqueta explicó que ahora "sólo falta que declaren dos testigos": las dos vecinas que avisaron a la Policía. Tras este paso, según el letrado, las partes presentarán sus conclusiones. Ambas responsables sanitarias, que eludieron realizar cualquier manifestación a los medios de comunicación, comparecieron ante la magistrada acompañadas por dos letrados.
El accidente se produjo sobre las 11.30 horas del pasado 29 de agosto en el domicilio de la fallecida, ubicado en la calle de Rafael Terol en Alicante, cuando a la mujer se le cayó encima una puerta corredera de cristal, causándole un corte en la vena femoral con una fuerte hemorragia, que le provocó una parada cardiorrespiratoria.
En la vivienda se personó un agente de Policía Nacional que avisó CICU, con el fin de que enviaran una ambulancia del Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU) dotada con una unidad de cuidados intensivos móvil. No obstante, según Abrisqueta, el CICU envió una ambulancia carente de equipo de primeros auxilios, que trasladó a la mujer al Hospital General de Alicante ya cadáver.
La familia de Estela Bonilla interpuso un denuncia para investigar las posibles responsabilidades del Servicio Valenciano de Salud en el suceso, por considerar que el servicio de emergencias pudo incurrir en un presunto delito de homicidio imprudente dado el tiempo que tardó la ambulancia en acudir al domicilio de la fallecida, y que todas las unidades del SAMU estaban ocupadas en otras actuaciones, algunas de ellas traslados secundarios.
A las declaraciones de las responsables de Urgencias realizadas ayer se unen las tomadas por la juez el lunes a familiares de la fallecida, a dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía que atendieron a Estela Lucía Bonilla minutos después de que ésta sufriera el accidente doméstico y a la de dos testigos, según informó el abogado de la acusación.
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