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El PNV pide a la oposición que deje de poner en riesgo el consenso lingüístico

El País

La responsable de Cultura de la ejecutiva del PNV, Josune Ariztondo, acusó ayer al PP, PSE y UA de "intentar romper el consenso social" en torno la normalización lingüística a través de la educación. El PNV considera poco responsable la actitud de la oposición, que en las últimas semanas ha obligado al Gobierno a asumir varias iniciativas parlamentarias que afectan a los modelos lingüísticos en la educación y la política de euskaldunización en general.

La oposición parlamentaria ha elegido cuestiones tan sensibles como la educación o la enseñanza para hacer ver al Ejecutivo de Juan José Ibarretxe, pleno a pleno, la precaria posición en la que gobierna desde que rompió su pacto parlamentario con EH y ante la reiterada negativa del lehendakari a convocar elecciones anticipadas.La burukide Ariztondo, anterior viceconsejera de Política Lingüística, acusó a las fuerzas no nacionalistas de poner en riesgo el consenso social en torno a la normalización lingüística por un "quítame allá un voto". Ariztondo les instó a poner fin a esta actitud.

Recordó también que el consenso "delicado" existente sobre la normalización lingüística se logró "con cesiones de todos", tanto partidos políticos como grupos promotores de la lengua vasca, por lo que tiene un carácter social. Por ello, la responsable de cultura del PNV calificó de "irreflexión" el que populares, socialistas y Unidad Alavesa (UA) "lo pongan en riesgo" con sus críticas.

La dirigente nacionalista destacó expresamente la "manifiesta contradicción" en la que a su juicio incurre el PSE-EE, ya que los principales acuerdos sobre normalización lingüística en el sistema educativo se lograron cuando los socialistas eran responsables de la consejería de Educación. El portavoz parlamentario del PNV para educación, Txomin Aurrekoetxea, recordó "lo mucho y lo bueno" que hicieron José Ramón Recalde y Fernando Buesa, herido y asesinado por ETA respectivamente, en el ámbito de la normalización lingüística.

Ariztondo subrayó la importancia que la educación tiene en la pervivencia y la trasmisión del euskera y recordó los dos principios que a su juicio rigen el trabajo del Gobierno respecto a esta cuestión: la apuesta de la sociedad por el bilingüismo en la educación y el respeto de los padres a decidir su intensidad al poder optar entre tres modelos lingüísticos. Estos principios, añadió la dirigente del PNV, "son democráticos y justos, y durante años los han apoyado y lo siguen apoyando los ciudadanos vascos". "Lo que queremos saber [el PNV] es si los hacen suyos tambien el PP, UA y PSE- EE o si sitúan la lucha partidista por encima de estos principios", dijo.

Una sucesión de derrotas

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Desde que EH confirmara su ausencia del Parlamento vasco, la oposición no ha dejado escapar la oportunidad de derrotar al Gobierno en los terrenos en los que aparentemente es más vulnerable y que más controversia crean: las políticas lingüística en la enseñanza y en la función pública. La última vez que el Ejecutivo logró salvar una votación sobre educación fue el 18 de mayo. Entonces, los parlamentarios de EH comparecieron ante la Comisión de Educación en el último momento para votar en contra de una propuesta del PSE que abogaba por una profundas reforma del Mapa Escolar, el documento sobre el que se asienta la organización de la enseñanza en Euskadi. A partir de ese momento, las derrotas se han sucedido.La primera llegó en junio. Instaba al Gobierno a diseñar un plan educativo contra la violencia. A finales de ese mes, el Parlamento exigió al Departamento de Educación una protección especial para la enseñanza del castellano en la etapa de primaria. Una de las victorias más sonadas de la oposición se produjo el 20 de octubre, cuando los partidos no nacionalistas sacaron adelante una proposición no de ley instando a Educación a revisar los contenidos de los libros de historia.

Una semana después le llegó el turno a la euskaldunización de los profesores. Si el departamento cumple con el mandato parlamentario, debe introducir el sistema de evaluación continua y no fiar el aprobado o suspenso de los docentes a un único examen final. El pasado 2 de noviembre, la oposición impuso a la consejería que un grupo de expertos nombrado por el Parlamento (donde PP, PSE y UA tienen la mayoría) evalúe la eficacia de los modelos lingüísticos, dejando así al Ejecutivo al margen de todo el proceso.

La semana pasada fue el PP quien aprovechó la minoría del Gabinete para reabrir el debate en el Parlamento sobre la exigencia de conocer euskera que tienen los funcionarios de las administraciones vascas. La pretensión del PP es rebajar esta exigencia, ya que en su opinión no es necesario que todos los puestos de trabajo de un ayuntamiento o diputación precisen el conocimiento del euskera.

Y en el horizonte se presentan varios debates más como el de la composición del Consejo Asesor del Euskera.

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