Una exposición de 170 obras recupera la memoria de Rafael Ruiz Balerdi

Desde hoy y hasta el próximo 30 de diciembre, los antiguos Talleres Velasco de Bilbao (paseo de Uribitarte, 16) acogen una exposición pictórica que recopila obras creadas por Rafael Ruiz Balerdi durante los últimos 12 años de su vida, entre 1980 y 1992. De ese modo, reuniendo 170 obras que pertenecen a la etapa más madura y libre del artista donostiarra, la galería La Brocha pretende "acercarle de nuevo a la memoria de todos".

Tras organizar una muestra sobre Zumeta en el antiguo depósito franco de la capital vizcaína, La Brocha ha vuelto a escoger una vieja nave industrial como escenario de una exposición artística. En esta ocasión, el mismo recinto en el que antaño se realizaban labores de laminación de hierro dará cobijo a 50 óleos, 100 dibujos de pequeño formato y 20 tizas de gran formato firmadas por Balerdi. La mayoría no han sido expuestas anteriormente. Los visitantes podrán también contemplar un breve documental dirigido por Espe Goikolea con el que se pretende acercar a los no iniciados a la persona y a la obra de uno de los mayores exponentes vascos del expresionismo abstracto."A Balerdi siempre se le puede considerar dentro de los movimientos informalistas que aparecen después de la Primera Guerra Mundial, que son un poco el reflejo de un hombre desesperanzado", asegura Javier Viar, autor del texto Balerdi: el camino final de la libertad, que sirve de introducción al catálogo editado con motivo de la muestra. Y añade: "Con una filosofía vertebrada alrededor del existencialismo plantea una imposibilidad de creación formal y trata de nadar en lo que ellos llamaban el psicodrama, es decir, el reflejo caligráfico de un comportamiento espontáneo de la mente. Balerdi siempre tuvo contacto con esa manera irracionalista de pintar, con ese descreimiento, esa postura existencial".

El catálogo incluye también uno de los tres poemas encargados a Bernardo Atxaga con motivo de este resumen de "la etapa más libre" de la pintura de Balerdi. Otro texto no se pudo incluir ya que el escritor lo ha acabado después de impreso el volumen y el tercero aún está por hacer. Los tres tienen como referencia una etapa de madurez del pintor en la que queda clara la influencia de Kandinsky, Velázquez o Monet.

Salvo 14 cuadros rescatados del almacén de la Diputación de Guipúzcoa, todas las obras han sido aportadas por Hilde Koch, heredera de una colección que aglutina distintos materiales y formatos, pero siempre con una meta.

"Lo bonito es que haya una huella que deje claro que te lo has pasado bien", asegura Balerdi en el documental de Goikolea. Un poso de optimismo para un pintor guipuzcoano que describía la pintura como "una herramienta biológica" y que afirmaba que "no hay ningún cuadro acabado".

En sus 57 años de vida, Ruiz Balerdi se destapó como un gran dibujante y retratista, pero adquirió notoriedad gracias a creaciones coloristas en las que predomina la no forma. En 1966 participó en la creación del Grupo Gaur con Sistiaga, Zumeta, Oteiza y Chillida.