Educación para la convivencia

Estamos preocupados por el acoso al que está siendo sometido el sistema educativo vasco, y concretamente por las declaraciones vertidas recientemente por algunos miembros de ciertos partidos políticos, cuestionando la validez del modelo D. Por eso, desde la asociación de directores de centros de educación Infantil y Primaria de la red pública Sarean vemos necesario dar una respuesta a estas declaraciones.En principio cabe reconocer la posibilidad de que algunos partidos cuestionen las virtudes de algún modelo de enseñanza o, por qué no, de todos ellos. De hecho, los educadores llevamos mucho tiempo debatiendo sobre las posibles mejoras de dicho plan de modelos lingüísticos.

Pero lo que resulta chocante es que, después de 20 años de funcionamiento en esta línea, se cuestione únicamente uno de los modelos y se solicite una investigación exclusivamente sobre él, obviando la información disponible en este campo, centrada en los resultados académicos del alumnado, actualizada curso a curso y que presenta referencias comparativas entre los distintos modelos. Si a esta fuente de información propia añadimos los recientes resultados publicados por el Instituto Nacional de Calidad y Evaluación (INCE), se constata que las últimas polémicas intervenciones pasan por encima del rigor y los principios éticos que cualquier análisis objetivo de la situación requiere.

Desde la perspectiva de una asociación como la nuestra, que cuenta con profesionales que trabajan con distintos modelos lingüísticos, tenemos el convencimiento de que, para cada caso, el modelo o modelos elegidos son la mejor de las alternativas para los alumnos de ese centro concreto, que vive y opera en un entorno social y geográfico determinado y prioriza los aspectos de la enseñanza que las circunstancias del entorno requieren.

Para garantizar que eso sea así, existen y funcionan, entre otras instituciones, los consejos escolares de cada centro, quienes al inicio del curso escolar supervisan y aprueban los Planes Anuales de centro, y al finalizar realizan lo propio con las Memorias de Curso.

La situación provocada por estas manifestaciones evidencia la necesidad de dotar a los centros educativos de un mayor grado de autonomía, para poder determinar, entre otras cuestiones, las adaptaciones curriculares que en cada caso sean precisas con el fin de lograr los objetivos generales, los cuales sí que vienen ya marcados desde altas instancias. En la actualidad respondemos en los centros a unos objetivos que fueron determinados en una etapa política anterior, de mayor consenso, y que no han sufrido ninguna variación. Ciertamente, la labor de los centros no puede estar supeditada al momento político más o menos crispado, o a que esté gobernando uno u otro partido.

Por todo ello, a los partidos políticos les pedimos que actúen con responsabilidad y prudencia, que no distorsionen la realidad educativa ni la utilicen con fines electorales. Que no practiquen una política destructiva, síntoma de incapacidad, ya que la sociedad les ha encomendado una labor de creación. Y finalmente, que respeten el buen hacer de los profesionales de la educación, que, por encima de divergencias ideológicas personales, trabajamos conjuntamente para contribuir mediante la enseñanza a una sociedad mejor educada y más respetuosa.

Que esta labor diaria nuestra les sirva de ejemplo de convivencia y construcción para la paz que tanto ansiamos.

Andoni Lizeaga Urdanpilleta es coordinador de la asociación de directivos de centros públicos educación infantil y primaria Sarean.