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EL FUTURO DEL NACIONALISMO CATALÁNCARME LAURA GIL- CONSEJERA DE ENSEÑANZA

"Para mí sí hay diferencia entre nacionalismo y catalanismo"

Francesc Valls

Es una de las tres mujeres del Gobierno de Jordi Pujol y presidirá la mesa del 11º congreso que su partido, Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), celebrará el próximo fin de semana. Carme Laura Gil, titular de Enseñanza (Benissanet, Ribera d'Ebre, 1935), se inscribe en el ala más nacionalista de CDC.Pregunta. Usted comenzó a militar en CDC en los noventa y se ha apuntado rápidamente a la moda de las tesis soberanistas.

Respuesta. Antes de militar en Convergència Democràtica yo ya era electora convergente y siempre he sido soberanista. Soy militante de Convergència porque soy nacionalista.

P. Y los soberanistas van a barrer a los moderados, de Catalanisme i Progrés, tal como ellos temen en este congreso.

R. No hay nada que temer. El nombre de Convergència indica que es una amalgama de sensibilidades distintas con el denominador común que creemos que Cataluña es una nación y que la sociedad catalana tiene derecho a tener la estatura que crea oportuna. Y eso es común a todo militante de CDC.

P. Desde 1996, cuando Pere Esteve llegó a la secretaría general de CDC, se ha acentuado el perfil soberanista del partido.

R. Pere Esteve quiso plantearse una línea de horizonte. Hizo su proyecto y lo aprobamos en el congreso. CDC llevaba 16 años gobernando y necesitaba ponerse delante nuevas líneas de horizonte. El horizonte cada vez que te acercas se sitúa más lejos.

P. Hay quien sostiene que en ese horizonte, el acercamiento de Convergència al PNV y el BNG en la Declaración de Barcelona no ha dado réditos políticos.

R. La Declaración de Barcelona no se hizo para obtener réditos. Es lógico que CDC tenga contactos con otros partidos nacionalistas tanto del Estado español como de naciones sin Estado de Europa. La Constitución dice que hay nacionalidades y regiones. Nacionalidades hay tres: Cataluña, Euskadi y Galicia. La Declaración de Barcelona tenía un aspecto pedagógico que era hacer visible la plurinacionalidad del Estado español.

P. Todo esto pasó al comienzo de la tregua de ETA, en 1998, cuando el PNV y CDC pedían abrir el melón de la Constitución...

R. Nosotros siempre hemos dicho que si en algún momento hay que cambiar algo de la Constitución, se cambia, pues la Constitución no es una Bibilia. Sí es una Biblia en el sentido de que puede tener interpretaciones distintas. El Tribunal Constitucional es el que delimita la Constitución con sus sentencias, que unas veces van en un sentido y otras en otro. El informe redactado por los profesores Argullol y Bayona pone de relieve que en este marco se puede incrementar nuestro poder de autogobierno.

P. ¿No es contradictorio pedir soberanía y luego pactar con el PP?

R. No tiene nada que ver. Si queremos más soberanía, quien nos debe abrir la puerta es el Gobierno del Estado, sea del PSOE o del PP. Por tanto, hay que mantener pactos.

P. Hay quien dice que no hay diferencia entre nacionalismo y catalanismo.

R. Para mí sí la hay. Para mí el nacionalismo viene de que hay una nación. Aunque no hubiera nacionalistas, la nación existiría y no hay nadie que niegue que Cataluña es una nación. En cambio, el catalanismo podría ser regionalismo. El nacionalismo es un catalanismo de compromiso nacional; el catalanismo a secas puede ser regionalista.

P. El líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, dice que el término nacionalismo tiene connotaciones peyorativas...

R. No, al revés, el nacionalismo pone en su lugar lo que es Cataluña. El nacionalista hace evidente que Cataluña es una nación.

P. ¿Y en CiU se entienden bien nacionalistas y regionalistas?

R. CDC es un partido nacionalista. UDC lo era hasta ahora. Yo creo que si en su congreso debe abordar el asunto, se redefinirá nacionalista, porque siempre lo ha sido.

P. Usted ha defendido el acuerdo con Esquerra Republicana en la ejecutiva de Convergència; ¿cómo le sentó el jarro de agua fría que Pujol lanzó sobre un eventual pacto con ERC en el reciente debate de política general?

R. No creo que fuera así.

P. Fue bastante parecido.

R. Personalmente considero que la alianza más natural es que dos partidos nacionalistas de obediencia catalana pacten entre sí, y eso son ERC y CDC. Eso no quiere decir que coyunturalmente sea posible. Y, en fin, las duchas frías dejan un cutis fantástico.

P. Esquerra ha buscado la iglesia, se ha vestido de blanco y cuando tenía hasta el banquete encargado llega el novio convergente y dice que nada de nada.

R. ERC, si algún día llegamos a un pacto estable -pactos coyunturales ya hacemos-, debería tener una unidad muy fuerte.

P. Pero han pasado un calvario. Han hecho una conferencia nacional para poder pactar con ustedes, lo que le supone un desgaste enorme al propio secretario general, Josep Lluís Carod...

R. Hicieron una apuesta y yo espero que siga en pie. Si esto fuera bueno para Cataluña, llegado el momento, estoy segura de que Esquerra respondería positivamente.

Vicens Gimenez

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