420 policías persiguen en Alemania a un violador de niños fugado por sexta vez

Más de 300 policías locales y 120 policías de fronteras buscan en Alemania a Frank Schmökel, un peligroso criminal sexual que el jueves asesinó a un hombre de 61 años en Berlín, tras escapar de los vigilantes de la clínica psiquiátrica de Neuruppin, en el norte de Berlín. Allí cumplía una condena de 14 años por un asesinato, varios intentos de homicidio y la violación de numerosos niños y mujeres. Esta es la sexta evasión que protagoniza Schmökel, de 38 años. En cada una de sus huidas cometió nuevos crímenes y volvió a contactar a sus antiguas víctimas que ahora temen ser de nuevo su objetivo.El secretario de Estado encargado de Asuntos Sociales de Brandeburgo (este de Alemania), Herwig Schirmer dimitió ayer tras anunciarse el hallazgo del cadáver de la nueva víctima de Schmökel. Fue el propio delincuente quien llamó a su psiquiatra para informarle de su nuevo crimen e indicarle el lugar del asesinato, en Strausberg, ciudad de Brandenburgo.

El fugitivo, que según subrayó ayer un portavoz policial "es sumamente peligroso" y "es capaz de sobrevivir en la naturaleza", se fugó el 25 de octubre durante una visita a su madre, que está gravemente enferma. Aprovechando que sus vigilantes se estaban fumando un cigarrillo, Schmökel se apoderó de un cuchillo de cocina y apuñaló a uno de ellos.

La huida de Schmökel constituye un "gran escándalo", según subrayó ayer Wolfgang Bauch, el presidente del sindicato de la policía criminal (BDK) que ha demandado a la dirección de la clínica psiquiátrica en Neuruppin donde había ingresado el criminal tras su condena en 1995, por "ayudar a escapar a un preso y complicidad en un homicidio". La demanda del sindicato se dirige contra todos los implicados en la "irresponsable decisión" que permitió a Schmökel salir de la clínica.

Según el jefe de la policía en Frankfurt (Oder), Schmökel es "una bomba de relojería ambulante"ya que su tratamiento psiquiátrico ha tenido poco éxito. El ministro del Interior de Brandenburgo, Jörg Schöhnbohm, teme que el criminal, que robó el coche de su última víctima, se fugue a Polonia, país que queda a sólo unos 50 kilómetros del lugar donde dijo a sus médicos que se encontraba.

Entre las ex víctimas de Schmökel que ahora temen de nuevo su visita se encuentra una joven a la que violó y estranguló hasta casi matarla cuando ella tenía 12 años y con la que se mantuvo en contacto durante su primera fuga, en 1994. La joven, ahora de 18 años vive bajo protección policial.