Las direcciones de los partidos son más de izquierda y catalanistas que sus electorados
A menudo se habla de que existe un excesivo alejamiento entre el universo de la política y la vida cotidiana de la ciudadanía, entre los políticos y los electores. Pero no hay acuerdo sobre las causas de este fenómeno. Un estudio sobre las élites políticas de Cataluña realizado por seis politólogos bajo los auspicios del Instituto de Ciencias Políticas y Sociales (ICPS), que dirige Isidre Molas, apunta datos que lo explican al menos en parte. Y es que, según este trabajo, las direcciones de los partidos catalanes se sitúan en general más a la izquierda y están más inclinadas a posiciones catalanistas que sus respectivos electorados, que son más moderados y menos catalanistas.
El estudio fue realizado mediante un cuestionario remitido a los delegados que participaron en los congresos de todos los partidos catalanes en el ciclo anterior al actual, celebrados en el otoño de 1996, tras las elecciones legislativas de aquel año. El escaso número de respuestas recogidas en el caso del Partido Popular (PP) obligó a los autores a no incluirlo en el estudio, lo cual le resta representatividad. Por dirección del partido no se entiende, en este caso, la cúpula formada por sus comités ejecutivos, sino el conjunto de los delegados que asistieron a sus congresos.La comparación de las posiciones de las direcciones de los partidos con las de sus respectivos votantes muestra sesgos distintos. Un 60% de los dirigentes de Convergència Democràtica (CDC), por ejemplo, se consideran sólo catalanes, el 34% se define como más catalán que español y el 5% tan español como catalán. Pero la autoubicación de sus electores en el eje de pertenencia Cataluña-España es bastante distinta, según indica un sondeo de opinión realizado por el mismo instituto en 1997. Los votantes de CDC que se consideran sólo catalanes son únicamente un 24%, los que se sienten más catalanes que españoles llegan al 41% y los tan catalanes como españoles son el 30%. Y hay un 4% que se identifica como únicamente español.
Esta tendencia es común a todos los partidos. Aunque con particularidades. En Esquerra Republicana, por ejemplo, mientras que el 82% de los dirigentes se definen como únicamente catalanes, esta proporción desciende al 51% entre sus electores.
Algo parecido sucede en el eje derecha-izquierda. El 49% de los dirigentes del PSC se autodefinen como de izquierdas, el 47% se considera de centro izquierda y el 3% de centro. En cambio, los votantes socialistas que se consideran de centro son el 21%, los que se sitúan en el centro izquierda son 38% y los que se definen como de izquierdas quedan en un 30%.
También hay disonancias de este tipo en CDC. El 45% de sus dirigentes se considera de centro izquierda, algo que sólo hace el 20% de sus votantes. El 36% de los dirigentes se colocan en el centro, mientras el porcentaje de electores que hace lo mismo es el 49%.
Un contraste en dirección contraria es el que se produce entre la dirección y los electores de ERC. El 66% de los electores se sitúa en la izquierda, frentea al 56% de los dirigentes.
El estudio muestra también claramente que en los partidos que se definen como nacionalistas (CDC, Unió Democràtica, y ERC) hay muy pocos dirigentes nacidos fuera de Cataluña. En estos tres partidos, el porcentaje de dirigentes nacidos en Cataluña es del 93%, mientras que en el PSC es del 69,6% y en Iniciativa per Catalunya del 67,6%.
Otro dato significativo es el relativo a la sindicación de los dirigentes. El 63% de los dirigentes de IC-Verds está afiliado a un sindicato, y sólo el 10,4% de CDC, el 13,2% de Unió, el 22,5% de ERC y el 43,5% del PSC. En cambio, hay un 20% de empresarios en la dirección de CDC.
Menos del 30% de mujeres
El Estudio de las élites de los partidos políticos de Cataluña ha sido realizado por seis politólogos. Explica las circunstancias políticas en que se desarrollaron los congresos de 1996 y las respuestas de los delegados a un cuestionario. Gabriel Colomé es el autor de la parte correspondiente al Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC); Joaquim Colominas, de la de Convergència (CDC); Joan Botella, de la de Iniciativa per Catalunya (IC); Jordi Argelaguet y Jesús Maestro, de la de Esquerra Republicana (ERC), y Antoni Font, de la de Unió (UDC). Consta también de una introducción a cargo de Jordi Sánchez, que figura como editor.
El estudio contiene muchos datos de interés sobre la composición social de los partidos. Por ejemplo, en la distribución por sexos se observa que la presencia femenina oscila entre el 19,1% de ERC y el 29,6% de Unió. En IC es del 29,2; en el PSC, del 25%, y en CDC, del 19,7%.
El 46% de los asistentes al congreso de CDC, por ejemplo, residían en poblaciones de menos de 20.000 habitantes. En este partido, el 37,8% de este amplio grupo de dirigentes trabajaban por cuenta propia, como empresarios, como autónomos o en el ejercicio de una profesión liberal.
En el PSC, el 35,8% de los congresistas ejercían algún cargo público, la mayoría a escala municipal, y el 23,1% ocupaba algún puesto en la Administración.
El partido con mayor presencia de obreros manuales entre sus dirigentes es IC, el 7%. Un dato común a todos es el elevado porcentaje de universitarios: el 52% en el PSC, el 56,% en CDC, el 48,8% en IC, el 50,5% en ERC y el 63,1% en Unió. Más del 50% de los delegados de todos los partidos están entre los 35 y los 55 años.
