Wright rompe con el terror clásico adolescente en el filme 'Cherry Falls'

Si eres virgen y vives en el universo cinematográfico de Geoffrey Wright corres el riesgo de morir brutalmente asesinado. Ocurre en Cherry Falls, la película con la que el realizador australiano subvierte uno de los tópicos esenciales del trhiller de adolescentes. Esta vuelta de tuerca al género le convirtió en el Mejor Director del Festival de Sitges. Hoy, el cineasta presenta su propuesta en la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián.

Jornada maratoniana

Wright no se asusta ante un reto; es más, busca deliberadamente la ruptura con lo preestablecido. En una trayectoria como la suya eso significa dar un nuevo enfoque al género de terror, convertirlo en comercial y crear una nueva alegoría de la virginidad, en la que sólo quien practica el sexo está a salvo de la muerte. El cineasta apostó además por dar el salto y realizar su cuarta película en Estados Unidos, aun a riesgo de toparse con la censura -que la encontró-, con la seguridad absoluta de chocar con el conservadurismo norteamericano. Su película, calificada R, tiene limitado así su público potencial. "En Estados Unidos", dice, "no es la violencia lo que te da la calificación, sino el sexo. Así que tuve que controlarme a mí mismo para no ir demasiado lejos".

También le controlaron. Wright no pudo incluir todas las escenas previstas en un principio. La posproducción de Cherry Falls coincidió con una masacre en Estados Unidos y se vio obligado a desechar más de un episodio de violencia explícita. "Directores conocidos como Spielberg tienen más posibilidad de incluirlas que nosotros", señaló. Tampoco titubeó al afimar: "Si haces películas en Hollywood, pierdes buena parte de tu libertad". Con todo, no se ha frenado en exceso.

Wright -autor de Romper stomper, Lover boy y Metal skin- se ha apoyado en un sólido reparto para construir esta película de terror difílmente clasificable, con mucho de thriller psicológico, pero también de comedia de humor negro. Michael Biehn, protagonista de películas como Terminator, Aliens y The Abyss -tres clásicos de James Cameron-, es la cabeza visible de un plantel de actores, en el que también figura Brittany Murphy, intérprete de Inocencia interrumpida, de James Mangold.

Cherry Falls se presenta como uno de los platos fuertes de la segunda jornada de la XI Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián, en la que se pasarán más de una docena de títulos. Entre ellos, películas comerciales que auguran una avalancha de público en el teatro Principal. Hicieron largas colas para reservar su butaca y hoy podrán ver La bendición, en la que Chuck Russell -director de La Máscara- ofrece una nueva entrega de terror con niños en la línea de Sexto sentido, que sostienen mano a mano Kim Bassinger y Christina Ricci. O La sombra del vampiro, de Elias Merhige, protagonizada por Willem Dafoe y John Malkovich, actor que podría asistir hoy a la presentación de la película en la capital donostiarra. Precisamente este título servirá de aperitivo a la Noche de Terror, que arranca a medianoche. En esta sesión, una de las más permisivas y disparatadas del certamen, habrá tiempo para ver películas sorpresa, un especial de Juanan Urkola y The irrefutable truth about demons, firmada por el neozelandés Glen Standring. Un largometraje de terror psicológico y atmósfera asfixiante que plantea el límite difuso que separa la locura de la cordura ante la irrupción de lo satánico.