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Otra vez Tablada

A. R. ALMODÓVARA mediados de este mes, las dos cajas de ahorro de Sevilla, El Monte y San Fernando, alcanzaron un nuevo acuerdo con el Ministerio de Defensa para la compra directa, sin subasta, de siete parcelas en el antiguo aeródromo militar de Tablada. Un total de 150 hectáreas, por valor de 1.335 millones de pesetas. Se unen éstas a las 160 adquiridas anteriormente por otros 5.000 millones, y protegidas por un convenio de intenciones, firmado en febrero del año pasado con la Gerencia de Urbanismo (léase Partido Andalucista), en plena campaña de las municipales. Esto es, con una mal disimulada intención de hipotecar la gestión del nuevo inquilino de la Plaza Nueva. A ese gasto se han de unir otros 3.000 millones pagados a los antiguos propietarios de Tablada, por derechos de reversión, al haber cesado el uso militar.

En total, unos 10.000 millones, antes de colocar un solo ladrillo de las 15.000 viviendas de alto standing que allí se proyectan. Ya el Banco de España, según pudo averiguar este periódico, advirtió en su día de los riesgos que corría semejante inversión, que inmoviliza tan importante suma con unas expectativas de negocio que ni mucho menos están garantizadas. En efecto, el que ese territorio pueda llegar a ser recalificado como suelo urbano es una decisión que corresponde, en último extremo, a la Consejería de Obras Públicas (o a los tribunales de justicia, tras un largo y complejísimo proceso en clave de competencias).

Pero la dirección general de Urbanismo ha manifestado, por activa y por pasiva, que no está de acuerdo con la operación, y que ahí lo que debe construirse es un parque metropolitano y una nueva red de conexiones, principalmente con el Aljarafe, que es donde está el verdadero problema de Sevilla. Para que el desmedido sueño de las cajas fuera posible, habría que eliminar primero la condición de inundable de ese suelo, cosa que exigiría una operación costosísima a cargo de las administraciones públicas, y además peligrosa, como acaba de recordar la titular de aquella dirección general, Josefina Cruz, en declaraciones a El Correo de Andalucía (22-10-00): "Acercar el muro de contención al cauce del río es dificultar su desagüe [ante] el riesgo de inundación por lluvia torrencial". No hay más que ver lo que está pasando estos días en todo el Levante español.

Tal vez al lector no avisado se le hayan difuminado otros perfiles de esta audacia urbanística. Las susodichas entidades financieras vienen siendo regidas desde hace años por sendos ex concejales del PSOE, gracias precisamente a su carné político, y a ninguna otra cosa. Sin embargo, sus planteamientos coinciden más con los del PA que con los de su partido, al que también desafían abiertamente en el escabroso asunto de la caja única andaluza. Y es que ni el propio Chaves puede con ellos.

¿Pero qué está ocurriendo precisamente estos días para que todo el cotarro, el de Tablada, el de la caja única, el de las fusiones intermedias, el de la compleja situación interna del PA, se esté agitando a la vez? No pierdan la sintonía.

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