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Una nueva muerte desata el temor a un rebrote de la 'legionella' en pleno centro de Vigo

La Xunta de Galicia dio oficialmente por controlada la enfermedad hace diez días

El brote de legionella en Vigo, que la Xunta dio por cerrado oficialmente hace 10 días, se cobró ayer una nueva vida. La víctima es ya la tercera de este virulento brote, que ha afectado a 29 personas, de las que seis permanecen hospitalizadas. Los servicios sanitarios sospechan que el origen del contagio reside en alguna torre de refrigeración del centro de Vigo. Pese a que el consejero de Sanidad, Xosé María Hernández Cochón, insistió en que el brote estaba controlado, se ha disparado la alarma debido a que la víctima ingresó este lunes en el hospital y a que aún no se ha localizado el foco.

Al informar ayer al Parlamento autonómico de esta nueva muerte, el consejero de Sanidad de la Xunta de Galicia, Xosé María Hernández Cochón, admitió que posiblemente esté relacionada con el brote de legionella detectado en Vigo.Las autoridades sanitarias gallegas delimitaron el ámbito del brote de legionella en el área céntrica de Vigo, comprendida entre las calles Gran Vía, Urzáiz, Puerto Rico y Vázquez Varela. En esta zona se encuentra el Hospital Xeral-Cíes, cuya torre de refrigeración fue desde el principio la principal sospechosa de haber expandido el brote. Este extremo, sin embargo, no ha podido confirmarse después de tomar muestras en otras ocho torres de refrigeración, dos fuentes públicas, una fuente ornamental y dos domicilios. Además se han realizado 41 inspecciones en establecimientos públicos de la zona.

La legionelosis es un tipo de neumonía que se transmite por inhalación de aerosoles, es decir, de agua pulverizada y contaminada. Los focos pueden ser torres de refrigeración, conductos de aire acondicionado, respiradores hospitalarios o lugares donde el agua sale a mucha presión y se pulveriza, como una ducha.

En una comparecencia parlamentaria, realizada a petición propia para informar de las causas y medidas adoptadas ante la aparición del brote, Hernández Cochón defendió las actuaciones de la Xunta, orientadas a la investigación epidemiológica, a la adopción de medidas preventivas y a informar de forma amplia y rigurosa a los profesionales sanitarios. "El origen del brote podría estar en cualquier sitio donde exista agua", dijo el titular gallego de Sanidad.

El portavoz nacionalista en temas sanitarios, Xosé Francisco Ferreiro, señaló que, pese a esa insistencia, "todo apunta" a que el foco se encuentra en la torre de refrigeración del Hospital Xeral, como corroboran los representantes sindicales y no reconocen los responsables sanitarios por ser unos "estómagos agradecidos", dijo. En consecuencia, tanto Ferreiro como el portavoz socialista, Xabier Casares, reclamaron al consejero que les aporte información detallada sobre los protocolos de limpieza a los que ha de someterse la citada torre del Xeral. Según ellos, lleva dos años sin ser limpiada.

La nueva víctima ingresó el lunes por la noche en el Hospital Xeral con un posible diagnóstico de legionelosis y falleció ayer por la mañana. Era un enfermo con varios ingresos anteriores, en los últimos años, por neumonía y otras dolencias respiratorias.

Además de estos casos reconocidos oficialmente, también está por confirmar, a falta de autopsia, el de un vecino de Redondela (localidad próxima a Vigo), trabajador del Hospital Xeral, cuya familia sospecha que también murió, el pasado día 5, a causa de la legionella.

Paralelamente, la Asociación de Afectados por Deficiencias Sanitarias y Errores Médicos ha presentado una querella, por homicidio involuntario, contra las autoridades del Hospital Xeral, por entender que el foco del brote ha estado en el sistema de refrigeración del centro.

El consejero insistió ayer, con todo, en que "el brote está controlado", como ya afirmó la semana pasada, aunque sin descartar, ni entonces ni ayer, que se puedan producir nuevos casos. El periodo de incubación de la enfermedad es de dos a 10 días.

Debate bronco

El enfrentamiento verbal entre el consejero de Sanidad de la Xunta, Xosé María Hernández Cochón, y el portavoz de Esquerda de Galicia, Anxo Guerreiro, que marcó todo el debate de ayer, alcanzó su clímax cuando, al final de su segunda intervención, Guerreiro llamó al consejero, varias veces y con fuerte tono de voz, "mentiroso". Al descender del estrado, y pese a los requerimientos del presidente de la cámara, que le instaba a mantener un comportamiento "democrático", Guerreiro se encaró con Hernández Cochón y, según la versión del primero, avalada por varios diputados nacionalistas, el consejero de Sanidad le dijo: "Eres un hijo de puta".

Esquerda de Galicia solicitó amparo por este motivo al presidente del Parlamento gallego. Esta formación considera que una cosa es la dureza del debate parlamentario, y otra, los insultos de tipo personal, "que además afectan a los familiares de los diputados y que atentan gravemente contra la dignidad de la Cámara". Por ello, reclama al presidente del Parlamento que se amoneste a Hernández Cochón y que se le haga retirar "estos gravísimos insultos".

Con mejoras maneras, el portavoz socialista Xabier Casares Mouriño acusó al departamento de Sanidad de actuar "con demora y de forma torpe, oscura y tendenciosa". A su juicio, las contradicciones de las autoridades sanitarias son consecuencia de su interés en ocultar información. Anxo Guerreiro pidió la dimisión del consejero por su "ineficacia" en éste y otros casos.

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