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Polémica por un encarcelamiento

Dos mil personas acompañan hasta la cárcel a la mujer maltratada que mató a su marido

La protesta convirtió la entrada de Tany en Meco en un acto contra la violencia hacia las mujeres

Teresa Moreno Maya, Tany, de 49 años, madre de ocho hijos y condenada a catorce años, ocho meses y un día por matar a su marido, Vicente Molina, el 16 de abril de 1995 de un disparo en la cabeza, ingresó ayer en la cárcel de Alcalá-Meco. Hasta las puertas del centro penitenciario acudieron 2.000 personas, en su mayoría mujeres, que convirtieron el momento en un acto para pedir su indulto y recordar a las que como ella son víctimas de los malos tratos. "Tany somos todas", "Indulto para Tany", fueron algunos de los mensajes coreados por los asistentes, que despidieron a la mujer con una gran ovación.

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Tany tardó más tiempo en recorrer los 500 metros que dan acceso a la cárcel de Alcalá-Meco desde el aparcamiento más próximo, que los 45 kilómetros que separan Rivas-Vaciamadrid- la localidad en la que vive- del centro penitenciario. Las 2.000 personas que la esperaban junto a la cárcel, se lo impedían con sus muestras de solidaridad.Todos querían saludarla, hablar con ella y en algunos casos incluso besarla antes de que ingresara en prisión para cumplir su castigo por matar a su esposo. Para los presentes, esta mujer, de 49 años, de etnia gitana y madre de ocho hijos, cuatro de su último esposo, es un exponente fiel de las consecuencias de los malos tratos. "Ella causó violencia porque ella fue víctima de la violencia", aseguró Cristina Almeida. "La ley es igual para todos, hombres y mujeres, pero no se aplica de la misma manera. Hace unos días se ha condenado a dos años a un hombre por matar a su mujer, y con otro que dio 27 puñaladas a su compañera no se consideró que hubo ensañamiento. Creo que en estos últimos cuatro años, Tany ha demostrado su rehabilitación y, si la cárcel es para lograr la rehabilitación, ella ya ha cumplido su condena".

Teresa Moreno llegó a Alcalá-Meco en uno de los 20 autocares fletados por municipios y asociaciones vecinales para esta ocasión. Lo hizo acompañada de tres de sus cuatro hijos- la pequeña Tamara de 12 años no acudió- y de la corporación de Rivas en pleno. "Estoy muy mal, muy mal, pero ver a tanta gente aquí me da esperanza", declaró en voz baja. Tany se apoyaba del brazo del alcalde de Rivas, Fausto Fernández, de IU, una de las personas que más ha creído en ella, y daba la mano a Carmen, su hija; cerca también estaba apoyándola Pedro, el mayor de la familia, que se hará cargo del cuidado de sus hermanos. "Vamos a luchar por ti, mamá. Estaré esperando cada día para volver a verte", le decía a modo de consuelo.

Entre el gentío también había famosos como las actrices Pilar Bardem, Lola Herrera y María Luisa San José, y las cantantes Massiel, María José Santiago y Cristina del Valle. Pilar Bardem pidió clemencia: "Fue un mal marido quien le hizo la vida imposible a esta mujer, que ha demostrado sobradamente su rehabilitación".

Pedro Díez, alcalde de Arganda (IU) y diputado en la Asamblea de Madrid, fue uno de los pocos hombres que estuvieron en la despedida. "Hay un hombre muerto pero es un insulto a la inteligencia que esta mujer entre en la cárcel. Ella es un claro ejemplo de una vida marcada por el mal trato. En estos momentos me acuerdo, por ejemplo, de que Josu Ternera se pasea por el Parlamento Vasco". Miguel Buenestado, diputado socialista en la Asamblea de Madrid, se sumó a la petición de indulto: "Tany es la primera víctima de la violencia. Lo que hizo fue defenderse de su verdugo".

Faltaban dos minutos para las ocho de la tarde cuando Tany presentó su documentación en el control de Alcalá-Meco. Las 2.000 personas estallaron entonces en un aplauso.

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