La ley en Hondarribia
Desde hace años, la convivencia en Hondarribia se ha ido deteriorando de tal manera que hoy, a las puertas del siglo XXI, cualquiera que quiera ver comprobará que la convivencia está rota. Insultos, golpes, empujones, boicoteos... siempre en la misma dirección. Algunos partidarios del Alarde tradicional se creen con derecho a agredir a personas partidarias de la participación de la mujer en igualdad de condiciones, no sólo a quienes desfilan, sino a sus familiares, amigos o a cualquiera que mantenga alguna relación con los y las componentes de Jaizkibel.Mientras, el Ayuntamiento se inhibe, no hace nada por recomponer la convivencia ni trabaja para que la vida diaria en Hondarribia se desenvuelva de manera civilizada. Tampoco la mayoría de los partidos hacen nada por conseguir que los autores de tales agresiones cambien su actitud.
Hoy queremos denunciar con el ataque que hace unos días recibió una joven de manos de defensores del Alarde tradicional. Un grupo de jóvenes agredió, insultó, amenazó de muerte y de no dejarle entrar en ningún establecimiento público a dicha joven con el argumento de que ella es partidaria de que las mujeres podamos desfilar en el Alarde.
Estos sucesos ocurren porque quien tiene que hacer cumplir la ley permite una y otra vez que las agresiones y amenazas que padecemos desde hace cinco años se realicen con total impunidad.
Pedimos al Ayuntamiento que cambie la actitud y se implique en la reconstrucción de la convivencia. Y pedimos también al resto de instituciones, desde la Diputación al Gobierno vasco, que tomen medidas que hagan posible el que la calle, las tiendas, los bares, cualquier espacio público sea de todos y no solo de los intolerantes.- Maite Arizaga Errazkin. Hondarribia.
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