La textil Puigneró plantea eliminar 300 empleos de su planta de Roda de Ter

La dirección de la empresa Hilados y Tejidos Puigneró ha anunciado a los trabajadores su intención de reducir la plantilla de la planta de Roda de Ter (Osona), que pasaría de los 600 empleados actuales a 300. La compañía pretende que un centenar de estos trabajadores se trasladen al centro que la empresa tiene en Sant Bartomeu del Grau y que los otros 200 puestos se amorticen mediante cancelación o no renovación de los contratos temporales, jubilaciones anticipadas e incentivos económicos a cambio de dejar la empresa.De llevarse a efecto los planes de la compañía, la actividad de la fábrica se reducirá el 70% y quedarán fuera de uso 70.000 de los 99.000 metros cuadrados que ocupa la planta de Roda de Ter. Asimismo se reducirán de 400 a 123 el número de máquinas en servicio. Con esta medida, la empresa pone fin a la comercialización de hilaturas y sólo producirá hilo para abastecer a su propia producción.

La empresa quiere que un centenar de trabajadores se presenten voluntarios para incorporarse al centro de Sant Bartomeu del Grau, a cambio de una compensación por día trabajado y el transporte gratuito.

Por otro lado, los trabajadores con contratos temporales se quedaran sin renovación y la empresa negociará más bajas con los empleados que quieran dejar la empresa a cambio de prejubilaciones e incentivos económicos. Esta misma fórmula se utilizó a finales del 1999 y en el primer semestre de este año en otro reajuste de plantilla.

Importaciones a bajo precio

En los últimos años, la planta de Roda de Ter ha pasado de cerca de 1.000 trabajadores a los 600 actuales. Los tres centros que la empresa Puigneró tiene en Osona -Roda de Ter, Sant Bartomeu del Grau y Prats de Lluçanès- daban ocupación a unos 2.200, cifra que en la actualidad es de alrededor de 1.600.

La importación de hilo barato de varios paíes asiáticos está detrás de la crisis de Hilados y Tejidos Puigneró y de otras empresas del sector textil catalán. Las hilaturas no puede competir con los precios de las importaciones y tienen que sustituir la línea de producción de baja calidad para asumir calidades más altas, con la consiguiente reducción de la cuota de mercado.

Los comités de empresa de los tres centros de Hilados y Tejidos Puigneró han reclamado en más de una ocasión un plan de viabilidad; pero, pese a que la empresa lo ha prometido, éste no llega. Climent Pujol, secretario de Comisiones Obreras en Osona, explicó que el comité no ha recibido ninguna notificación oficial de las intenciones de la compañía y añadió: "La dirección no se ha mostrado en ninguna ocasión dispuesta a elaborar un plan de viabilidad que nos permita negociar en serio y colectivamente las medidas que anuncian". El comité también se queja de que el nuevo hombre fuerte de la textil e inspirador de esta propuesta, Pere Puntí, que ocupa el cargo de director general desde hace un par de meses con el objetivo de sacar la empresa de la crisis, aún no se ha presentado oficialmente. El sindicato critica también la actitud de la compañía respecto a la negociación de los despidos, que quiere tratar individualmente.