El futuro femenino en la red
El 35% de usuarios son mujeres, compran más en Bolsa que los hombres y los portales dedicados a ellas crecen
"He tenido dos partos paralelos". Glòria Llatzer creó su empresa de traducción por Internet hace dos años, y tuvo su primer hijo hace un año. Tiene 29 años y 48 empleados a su cargo. Combina su vida laboral y su vida profesional y asegura que la nueva economía "abre perspectivas a las mujeres para llegar a puestos directivos. La mujer directiva es el paradigma de la nueva economía". Ella es un claro ejemplo. Pero no figura entre la mayoría, que se enfrenta a puestos de trabajo poco cualificados o a dedicaciones parciales después de tener hijos.Llatzer fue una de las mujeres que ayer participaron en una jornada organizada por el Consejo Económico y Social de Barcelona, organismo impulsado por el Ayuntamiento, bajo el lema de La participación de las mujeres en los cambios económicos y sociales. En el auditorio del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona se congregaron ayer un centenar de personas, la mayoría de ellas mujeres, y el balance fue optimista. La asignatura pendiente quedó clara: conciliar la vida laboral y la personal es un camino largo y difícil para las mujeres, pero no por eso hay que dejar de trabajar fuera del hogar.
Teresa Torns, socióloga de la Universidad Autónoma de Barcelona, se sumó al optimismo general con matices. "Cuando hablamos de cantidad, hablamos de optimismo. Pero cuando hablamos de calidad, este optimismo se desvanece", afirmó. Torns puntualizó la participación de las mujeres en trabajos a tiempo parcial: "No es voluntario, no se les ofrece otra oportunidad". Y, como propuesta, apuntó revisar el tiempo dedicado al trabajo para que las mujeres puedan desarrollar sus profesiones y, al tiempo, atender a sus familias sin tener que desarrollar empleos por debajo de su cualificación.
Que el desarrollo de la nueva economía está abriendo nuevas posibilidades para las mujeres fue una de las ideas de consenso. "Las mujeres se están beneficiando de ello.", apuntó Cecilia Castaño, catedrática de Economía aplicada de la Universidad Complutense de Madrid, quien aseguró que en Internet, por ejemplo, las mujeres son el segmento que más crece. Además, acceden también desde el hogar, ya no son únicamente ejecutivas, y buscan información más eficaz que los hombres. "Hay que feminizar la red" fue una de las peticiones, y el reto, según Cecilia Castaño, es "que no abandonen el mercado de trabajo por el conflicto de conciliar la vida laboral y la familiar".
María Jesús Tejedor, directiva de IBM -lleva 22 años en la empresa-, casada y con dos hijos, incidió en la importancia de la diversidad, no sólo entre sexos, sino entre razas, culturas y formación. "Como colectivos, somos más fuertes si incorporamos la diversidad", apuntó, y añadió que la eficacia de los equipos de trabajo aumenta cuando hay una mujer entre ellos. Pero añadió un nuevo matiz: "Los hombres tienen las mismas dificultades que las mujeres en el balance entre el tiempo de trabajo y el personal".
Los sindicatos también estuvieron presentes en la jornada. Rosa María Dumenjó, de UGT, denunció la existencia de un alto índice de paro encubierto de mujeres en Cataluña formado por gente joven muy preparada. Y puso un ejemplo. En Mollerusa (Pla d'Urgell), donde no consta ningún desempleado en las listas de paro, una empresa que quería establecerse puso un anuncio en el que ofrecía 120 puestos de trabajo. Acudieron 400 mujeres. "¿De dónde salían esas mujeres cuando en teoría no hay paro?", se preguntó Dumenjó. La sindicalista reiteró la necesidad de romper con el concepto básico de familia: "Ahora son familias las parejas de hecho, las parejas homosexuales, las monoparentales...".
Carme Martínez, de CC OO, dijo que la masiva incorporación de la mujer al mercado laboral ha provocado cambios en las estructuras de las familias y en los papeles en el seno de aquéllas. El papel de la mujer cuidadora ha desparecido, según Martínez, lo que provoca necesidades sociales que antes resolvía la esfera familiar. Además, Martínez dibujó un porvenir incierto para los padres de entre 35 y 40 años. Es la primera generación, precisó, que se enfrenta a una precariedad laboral, sólo el 25% de los niños de 0-3 años está escolarizado y cada vez hay más personas mayores. "¿Quién se hace cargo de las personas dependientes? Las mujeres, y sufren una sobrecarga por ello", concluyó.
Los números de la OCDE
En la jornada sobre la participación de las mujeres estuvo Candice Stevens, coordinadora del grupo transversal sobre mujeres de la OCDE. Y aportó datos esperanzadores según los cuales el 83% de las universitarias españolas trabajan, lo que "demuestra la importancia de la educación en las mujeres españolas para trabajar". Además, la participación de la mujer española en el trabajo ha aumentado: del 48% en 1973 ha pasado al 60% en 1999. Los estudios de este organismo demuestran que en España las empresas potencian el trabajo en equipo, algo favorable a las mujeres ya que rinden más. Las empresas dirigidas por mujeres representan el 25% de las pequeñas empresas pertenecientes a la OCDE: tienen menos de 10 empleados, y están en el sector de servicios. Las empresarias tienen entre 30 y 40 años, están casadas y tienen hijos.
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