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La nueva subida de los carburantes amenaza con reavivar las protestas de agricultores y transportistas

La compañía British Petroleum (BP) anunció ayer una nueva subida en el precio del gasóleo para automoción, que costará de tres a cuatro pesetas más por litro, con lo que situará su cotización en 123,9 pesetas de máximo, y el aumento en dos pesetas en las gasolinas. La compañía británica se unía así a la reacción de otras petroleras, que habían incrementado en días pasados el precio de los carburantes. Es el caso de Repsol YPF, la principal compañía española con un 45% de la cuota de mercado, y de Cepsa -con un 25% de cuota-, que ya elevó en dos pesetas la cotización del gasóleo el pasado 10 de octubre. Estos anuncios reavivaron ayer el malestar de algunos de los colectivos protagonistas hace escasos días de protestas que recorrieron todo el país. En la Comunidad Valenciana, el presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores, Cristóbal Aguado, manifestaba ayer que la subida de los precios obliga al Gobierno a revisar los acuerdos que recientemente pactó con Asaja, organización de ámbito estatal a la que está adscrita AVA, para compensar el coste de los carburantes de uso industrial.

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La Unió de Llauradors-COAG, la única organización descolgada del acuerdo alcanzado en Madrid, advertía también que adelantará las protestas que tenía previstas en las próximas semanas. Una amenaza a la que ayer respondió el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, quien insistió en que "con presiones no habrá ayudas" de su departamento.

Los transportistas valencianos que concluyeron sus protestas el pasado día 5 después de tres jornadas consecutivas de protestas, volvieron ayer a expresar su malestar. El presidente de Asetraval, Juan José Ramírez, se mostró ayer partidario de volver a las movilizaciones tras las últimas subidas. Este colectivo, así como el de taxistas han evidenciado su descontento con la Mesa Nacional del Transporte, responsable del acuerdo alcanzado con el Gobierno a principios de mes y que obligaron a desconvocar los paros.

El tercer colectivo afectado por el encarecimiento de los carburantes, los pescadores, tampoco quedaron satisfechos con el acuerdo que sus representantes firmaron con el Gobierno. Aun así, la existencia del acuerdo les obligó a desconvocar las movilizaciones. La subida de precios de BP y las anteriores de Repsol YPF y Cepsa, las grandes operadoras del país, acentúa el descontento de estos tres colectivos, que en los próximos días revisarán sus posturas sin descartar la convocatoria de nuevas movilizaciones.

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