"El arte debe mostrar el mal en su naturaleza más pura"

El nuevo disco de Marilyn Manson, Holy Wood (In the shadow of the Death Valley), que saldrá a la venta el 13 de noviembre, ha surgido de un largo y tortuoso proceso mental. Según proclama, este trabajo cierra una trilogía y, en cierta forma, explica el origen de ese derrotero musical y hasta el de él mismo como personaje. Manson define su lugar en el mundo y su posición ante la sociedad. Manson desmenuza sus sueños, temores, rebeldías y fracasos. No sorprende que tanto pensar lo haya llevado también a escribir un libro sobre estos temas, que saldrá en los próximos meses. Con las cejas depiladas, una inquietante lentilla blanca en uno de los ojos, largo, flaco y vestido de negro, Marilyn Manson, -antes Brian Warner- ha asumido su siniestro personaje al cien por cien. "Marilyn Manson es un nombre que dio a luz todas las cosas en las que temía convertirme. No siento que me haya convertido en otra persona ni que sea y deje de ser él cuando me despierto, más allá de mi forma de vestir o cómo luzca, porque Marilyn Manson describe la forma en la que me siento", dice en un tono de voz que va bajando mientras habla hasta hacerse casi inaudible. "Cuando creo personajes como Antichrist superstar termino viviendo esos papeles. Podía mirar atrás y decir que yo no era así, pero cuando creo algo me convierto en eso".

No es ocioso volver al tema del artista y de su personaje porque el nuevo disco de Manson completa una trilogía. Una idea que sólo tuvo clara al empezar a preparar este álbum que es, según él, el origen de toda su propuesta artística. Manson es muy dado a buscar simbolismos y relaciones secretas entre imágenes, historias, fechas y personajes, por eso su razonamiento tiene algo de trama gótica. "Al escribir Antichrist superstar partí de un sueño en el que me veía tal como soy ahora", explica. "Se trataba de llegar al punto donde estoy y para ello hubo una etapa de transición, que fue Mechanical animals. Después de eso quise volver al principio, indagar en el lugar donde todo esto empezó para mí".

"Este disco se inicia con un personaje muy inocente e idealista que quiere formar parte de este gran mundo perfecto, que no lo acepta. Yo llamo a ese mundo Holy Wood. El personaje atraviesa un largo camino y cuando llega se encuentra allí a toda la gente que lo hundió desde el principio. Con esto se entiende que la revolución no cambia el mundo, es el mundo el que cambia las revoluciones y las convierte en un producto más. Al final, el personaje se ve ante la decisión de dejar que ellos le destruyan o de destruirse él mismo".

"Al hacer este disco y afrontar el conflicto del que partió todo para mí, pensé que la idea de revolución se puede ver a través de tres personajes de la historia: Cristo, Kennedy y Lennon, en la música. Cristo es la persona más famosa y la imagen que tiene lo muestra herido, torturado y muerto. Yo he sido atacado con frecuencia por incitar a la violencia a través del espectáculo, el nombre de Holy Wood era la más obvia alusión a la capital del entretenimiento y, más que eso, es una referencia a la cruz (la expresión significa "madera santa" y se refiere a la cruz cristiana) y al hecho de que Cristo fue crucificado. Creo que es la parte más irónica de su historia y la gente no ha aprendido la lección", continúa.

"Kennedy está en la misma situación. A lo largo de mi niñez no he visto un filme más violento que la escena de su asesinato. Y lo mismo, en otro nivel, sucedió con John Lennon, escribió una canción que atravesó el mundo en la que decía: 'Nada va a cambiar el mundo'. Trágicamente, su vida acabó de un balazo. Además, fue él quien escribió Helter Skelter, una frase que Charles Manson dejó escrita con sangre en la escena de su múltiple crimen en Holly-wood. Un elemento más es que esta canción forma parte del álbum blanco de los Beatles, lo que lo convierte en el primer caso de un tema musical relacionado con un acto de violencia. Eso sucedió el año que yo nací, 1969, y lo tuve realmente claro justo 30 años después, en 1999, cuando preparaba este álbum. Éstos son los elementos con los que juego".

Violencia, religión y medios de comunicación están en la mira de este artista. "Cuando estaba haciendo la introducción del disco encontré que los fogonazos de los flases y la explosión de los fuegos artificiales en las celebraciones de la campaña son comparables a los disparos de las armas. Al final esos sonidos hacen una descripción sonora de cómo funciona el mundo. Es un círculo vicioso", afirma.

"El hecho de que gran parte de los conservadores se escondan detrás de la cristiandad para criticar a otros por incitar a la violencia, quiere decir que no se dan cuenta cuán violento es el símbolo que los representa".

Marilyn Manson se siente un chivo expiatorio de los medios de comunicación ante un problema, el de la violencia, que no parecen capaces de afrontar de otra manera. "Lo que los medios de comunicación venden es el miedo. Y yo luzco como alguien culpable", dice con una sonrisa algo retorcida. "Y es una opción que yo he elegido, la de situarme en el límite, porque el arte debe representar el mal en su naturaleza más pura. El arte señala, hurga y desafía aquello que más inquieta a las personas. Y es ahí donde está mi trabajo. El arte es, en esencia, el mal".

Hay un tema que se cuela en todas las canciones de este nuevo disco, y que siempre ha estado presente en la obra de Manson: la muerte. "La muerte me estuvo rondando mientras lo escribía", dice. "Una presencia que se repite porque hay un simbolismo en el disco que se corresponde con el terror. Al trabajar en la presentación del álbum estuve viendo estampas, y entre ellas algunas cartas del tarot. La de la muerte, la que la gente más teme, es también la de la resurrección. Una idea que también me interesa".

Manson lanza ideas controvertidas, pero habla con suma educación y tranquilidad. Una actitud que desilusiona a algunos que esperan de él que sea un provocador. "Paso mucho tiempo trabajando seriamente en crear imágenes y música que hagan pensar a la gente, como para ir después buscándome problemas con la policía", dice.

No se lleva bien con los políticos, pero parece que Manson es más partidario del dicho "más vale lo malo conocido..." cuando se le pregunta por las próximas elecciones presidenciales en su país. "No votaría por ninguno", dice, "pero ambos tienen puntos interesantes. Los republicanos tradicionalmente son los que estarían en mi contra porque son más conservadores. Pero, en cierta forma, los tolero mejor porque son previsibles. Los demócratas dicen cualquier cosa con tal de ganar y, entre todos los mentirosos, creo que ellos mienten más".

El nuevo disco tiene un sonido mucho más duro y áspero que los anteriores. "El álbum es más duro, sí, pero dentro de un proceso. Empieza con un sentimiento de rabia y se va convirtiendo en frustración, porque la ira no lleva a ninguna parte. Se trata del intento de cambiarlo todo y, ante la imposibilidad de conseguirlo, opta por hacerse daño a sí mismo. Es bastante heavy, pero es lo que refuerza los mensajes. Ahora todo el mundo hace música heavy, pero no tiene mucho contenido".

Manson critica la hipocresía de la industria del entretenimiento, por eso ha creado un sello discográfico y tiene proyectos relacionados también con el cine independiente. "Mi sello discográfico, Posthume, se encargó de la banda sonora de The Blair witch project II, y yo hago una versión del tema Suicide is painless, que aparecía en la serie de televisión Mash, sólo que ellos habían omitido la letra que les parecía muy deprimente. Quería mostrarle a la gente que si mi música les parecía oscura, esto es peor. Otro de mis proyectos próximos en cine es una película que haré con Alejandro Jodorowski, la segunda parte de El topo".

Empieza su gira el 28 de octubre en Minneápolis y llegará a Europa en enero o febrero. Todavía no hay fechas para España. "En el espectáculo trato de representar el proceso de transformación y será muy distinto al de la gira anterior. La música es bastante dura y las letras también".