El uso creativo del ordenador domina el certamen fotográfico internacional de Caja Vital

Todos los géneros y técnicas, reflejados en miles de imágenes procedentes de los cinco continentes, se han resumido en una selecta exposición de 40 obras que presenta lo mejor del V Certamen Fotográfico Internacional, que organiza la Caja Vital. El italiano Claudio Righi ha logrado el premio de honor del certamen con cuatro imágenes en color, buen ejemplo de un empleo del ordenador que ha sido dominante en las obras presentadas. La muestra se exhibe en la sala Luis de Ajuria, de Vitoria (General Álava, 7), hasta el próximo 22 de octubre.

Campo abierto

En su corta andadura, el certamen de Caja Vital se ha abierto un hueco preferente entre las muestras fotográficas, al menos en cuanto al número de participantes: 425 autores de 35 países que han presentado un total de 1.530 obras. La calidad de las imágenes, según el jurado presidido por el director de la Fundación Caja Vital, Rafael Gómez-Escolar, responde también a esta variedad de orígenes, técnicas y géneros que participan en el concurso, aunque destaca la alta calidad general de las instantáneas presentadas.El recorrido permite al aficionado contemplar el cuidado de la luz de los creadores procedentes de Vietnam (el país del que más fotógrafos han concurrido, un total de 94), o las composiciones gélidas del alemán Armin Greither, frialdad que se puede trasladar a otros autores nórdicos, como si así se cumpliera el tópico.

En general, las fotografías muestran una variedad que supera nacionalidades y géneros, pero con una línea cada vez más definida. Como señala el miembro del jurado Alberto Cereceda, "se ha superado la polarización clásica de retrato y paisaje; cada vez se presentan más manipulaciones por ordenador, que abren el campo temático de las fotografías".Así ha ocurrido con el cuarteto ganador del premio de honor, las cuatro imágenes (Riflessioni, Federica e Sara, Interno y Monica) de Claudio Righi. Son trabajos alrededor de retratos de mujeres en primer término, con fondos de fantasía romántica recreado por ordenador.

Los criterios seguidos por el jurado para premiar a Righi son la coherencia de la colección y su calidad temática y técnica. Ambos criterios se han mantenido en el resto de los galardones. El primer premio ha sido para el británico Peter J. Clark, con su fotografía en blanco y negro con aires nostálgicos A life that once was-bodie, con una manipulación manual en ampliadora de sabor clásico. El segundo premio lo ha conseguido el alemán Edmund Withaker Three trees one, un paisaje en color también manipulado con ordenador.

El primer español en el palmarés es José Arias Cuevas, quien ha obtenido el tercer premio con Infrared shape, un retrato con cierto misterio que se contrapone con la rotundidad y nitidez del accésit del también español Ginés Asensio. El resto de las fotografías que han merecido algún accesit recorren todo el abanico que presenta el certamen: fotoperiodismo, montajes, retratos con sabor crítico o imágenes de una clara inspiración onírica.

La convocatoria del certamen fotográfico internacional es bienal y se difunde a través de la Federación Internacional de Arte Fotográfico en asociaciones de todo el mundo