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Parte del pequeño comercio secunda una huelga que no logra paralizar los grandes almacenes

La jornada de huelga del comercio, convocada por UGT, CC OO, USO y Fetico, tuvo ayer un seguimiento desigual en la Comunidad. Así, mientras los sindicatos estimaron el seguimiento contra el nuevo decreto de horarios comerciales en torno al 80%, la Confederación Empresarial de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepymev) hablaba del 10%, y en todo caso, insistió en la escasa repercusión. El cierre de comercios fue mayoritario en Sagunto, el centro de Gandia o Xàtiva. El Gremi de Llibrers cerró sus establecimientos y los farmacéuticos se solidarizaron con el paro.

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El acuerdo horario

Desde primeras horas de la mañana los piquetes informativos se concentraron en los principales centros comerciales de la Comunidad como protesta por el decreto sobre horarios comerciales aprobado por el Gobierno español el pasado 23 de junio. También desde primeras horas, variaban y se contradecían los resultados de una huelga difícil de evaluar y cuyo seguimiento dependió de zonas y sectores. Así, mientras los sindicatos hablaban de "éxito total", la vicepresidenta de Cepymev, Rosa Morera, insistía en la incidencia "prácticamente nula" del paro y estimaba que sólo un 10% de los comercios secundaron el cierre. En cualquier caso, los sindicatos destacaban el éxito de una huelga convocada después de la festividad del 9 d'Octubre y a pesar de la "presión del Gobierno y las patronales". A las protestas en forma de piquetes se unieron las manifestaciones de los trabajadores en las tres provincias valencianas. En Valencia, 1.500 personas, según la policía, y más de 3.000, en cifras sindicales, recorrieron la ciudad en una protesta que acabó en el Palau de la Generalitat. Los representantes de comercio de los sindicatos convocantes se reunieron con el jefe del Gabinete del presidente, Juan Francisco García, y le expresaron su descontento por la actitud del consejero de Industria, Fernando Castelló, que "se ha negado a recibirnos".Los piquetes se mantuvieron todo el día y los sindicatos anunciaron que seguirán "luchando" por la derogación de un decreto que "no sólo atenta contra la calidad de vida de quienes trabajamos en el comercio, sino que además destruye empleo". La policía vigiló de cerca los movimientos de los manifestantes. Los grandes puntos de distribución permanecieron abiertos y sólo algunos, como Marks & Spencer, se vieron obligados a bajar la persiana ante la presión huelguista. En los distintos centros de El Corte Inglés la jornada se vivió con "absoluta normalidad", según fuentes de la empresa.

En Gandía el 92% de los comerciantes del casco antiguo, aglutinados en la Cooperativa Centre Històric, secundaron el paro, informa Eva Batalla. Tan sólo 43 de los 515 establecimientos de esta asociación abrieron sus puertas. A la protesta se adhirieron 175 empleados de Carrefour, un 95% de la plantilla, según fuentes de Fetico. La protesta también fue ampliamente secundada en el centro histórico de Xàtiva y en los comercios de Sagunto. Los libreros se sumaron a la huelga y el Colegio de Farmacéuticos de Valencia se solidarizó con el paro. Por otra parte, la Plataforma de Comerciantes, que aglutina a más de 30 asociaciones de comercio de la provincia de Valencia, cerró ayer sus establecimientos entre las 19.00 y las 19.30 horas como protesta contra el decreto horario.

En Alicante, las cifras también variaron de forma espectacular según quien las ofrecía, informa J. J. M. Galiana. Según los sindicatos, el 90% de los locales alicantinos lo secundaron. Para las asociaciones de comerciantes ese fue precisamente el porcentaje de los que hicieron caso omiso de los piquetes. Éstos, formados por un centenar de personas, recorrieron por la mañana las principales vías comerciales de la ciudad, y acabaron concentrados en la sede de Presidencia de la Generalitat. Durante la manifestación no se registraron incidentes de importancia, pese a un encontronazo entre los piquetes y un comerciante de la calle de Calderón de la Barca al que alguien golpeó en la cabeza con el palo de una bandera.

En Castellón, más de 300 trabajadores, según los sindicatos, recorrieron las calles más comerciales exigiendo la solidaridad de sus compañeros, informa María Fabra. En algunos casos, pese a que el establecimiento permaneció abierto, los trabajadores se unieron a la protesta. En otros, el cierre se produjo únicamente en el período de tiempo en que el piquete hacía acto de presencia. Dos incidentes, en una tienda textil y en una superficie comercial, fueron los únicos altercados de la jornada.

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