EE UU cita hoy en París a Arafat y Barak para intentar atajar la oleada de violencia
Una maniobra de la diplomacia estadounidense trata de hacer sentar frente a frente al primer ministro israelí, Ehud Barak, y al presidente palestino, Yasir Arafat. La reunión, que está programada en principio para hoy, miércoles, se prolongará 24 horas más tarde en El Cairo, donde el presidente egipcio, Hosni Mubarak, espera a los dos protagonistas. Según el ministro palestino Nabil Shaath, Arafat no se reunirá con Barak si antes no hay un repliegue de las fuerzas israelíes. Pero Tayeb Abdel Rahim, portavoz del presidente palestino, confirmó que habrá entrevista en París, hacia donde Arafat voló anoche.
La operación está diseñada por el propio presidente Bill Clinton, que trata así de que se ponga freno a la violencia en los territorios autónomos y de encarrilar a continuación el proceso de paz.Además de violencia, también hay confusión: un portavoz de la presidencia palestina anunciaba, ayer a primera hora de la noche, desde Gaza, que Arafat viajaría a París pero no se entrevistaría con el primer ministro, Ehud Barak, mientras no se retiraran las fuerzas israelíes de las zonas ocupadas a raíz de la revuelta y volvieran a sus antiguas posiciones.
"Será difícil para Arafat encontrarse con el señor Barak antes de que se retiren las fuerzas israelíes, cese la agresión contra los palestinos y se forme una comisión internacional para averiguar la responsabilidad de lo sucedido", anunciaba desde Gaza el ministro de Planificación y Cooperación Internacional, eufemismo de Asuntos Exteriores, Nabil Shaath. El ministro aseguró, sin embargo, que el líder palestino se reuniría con la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, y con el presidente francés, Jacques Chirac.
El anuncio de Arafat de que rechaza un encuentro con Barak en París fue realizado minutos después de que un portavoz del Gobierno israelí anunciara la negativa oficial del Ejecutivo hebreo a aceptar la formación de una comisión internacional para averiguar lo sucedido en los territorios autónomos y en la Explanada de las Mezquitas, donde estalló la violencia el pasado viernes tras los rezos musulmanes. El portavoz dijo que la única investigación al respecto sería, en cualquier caso, interna.
El secretario general de la Autoridad Palestina, Tayeb Abdel Rahim, contradijo poco después al ministro y dijo que el proyecto de la reunión estaba aún vigente.
La posición del presidente palestino, Yasir Arafat, si finalmente se niega a una entrevista cara a cara con Ehud Barak, supondría colocar al borde del fracaso la operación diplomática diseñada por la Casa Blanca, que prevé que los dos líderes viajen a París por separado, se reúnan a solas con la secretaria de Estado, Madeleine Albright, en la residencia del embajador estadounidense en París y antes de que finalizara el día, acaben sentándose en la misma mesa.
Segunda cumbre
La tozudez de Arafat podría hacer fracasar asimismo la segunda parte de la operación, prevista en Egipto para el día siguiente. La diplomacia de EE UU, confabulada con su gran aliado egipcio, había programado en principio para el jueves por la mañana, 24 horas después de la reunión en Francia, una segunda cumbre entre Arafat y Barak en la que estaba previsto que actuara como anfitrión un hombre de confianza, un amigo para ambos, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, quien los recibiría en su residencia de Sharm El Cheik, a orillas del mar Rojo, escenario de numerosos encuentros clave en el proceso de paz."Arafat y Barak se sentarán juntos y hablarán con toda franqueza de todos los problemas", había vaticinado incluso el presidente Mubarak en unas declaraciones recogidas por la agencia de prensa estatal Mena.
La operación diplomática con carácter de urgencia diseñada por el presidente estadounidense, Bill Clinton, no está aún en la papelera, como tampoco lo está ese encuentro trascendental, que de forma paralela se ha programado para los responsables de los servicios de seguridad palestinos e israelíes, en el que se intentarán diseñar sistemas de control y prevención que hagan imposible o muy difícil este tipo de enfrentamientos.
Los esfuerzos diplomáticos de la Casa Blanca tratando de acercar a los dos líderes están, sin embargo, siendo observados con escepticismo por los observadores internacionales de Jerusalén. Los citados medios recuerdan que el líder palestino y el primer ministro israelí se entrevistaron ya hace poco menos de diez días en el domicilio particular de Ehud Barak, cerca de Tel Aviv, durante más de tres horas, sin que la reunión sirviera para desatascar el proceso de paz ni para arreglar gran cosa.
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