El aumento de la financiación universitaria sigue sin compensar los gastos corrientes por alumno Un estudio revela que las transferencias crecieron un 3,18% frente al costo, que subió un 15%

Un informe elaborado por el departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Jaén revela que el incremento de financiación que se está produciendo desde la Junta de Andalucía para las universidades andaluzas es aún insuficiente comparado con el gasto que se genera por alumno matriculado. Juan Hernández Armenteros y Alicia Peragón, autores del estudio, han comparado los presupuestos del año 1994 (correspondientes al curso 1994/95) con los de 1998 (correspondientes al curso 1998/99). Las transferencias corrientes por alumno recibidas en las universidades andaluzas crecieron un 3,18%, pero los gastos corrientes por cada estudiante se incrementaron en un 15,65%.

"El nivel de inversiones, sobre todo desde que se aplicó el plan adicional de financiación 1997/2000, se puede considerar aceptable, pero las transferencias corrientes están muy bajas", resaltó ayer Hernández Armenteros. Esto implica, por ejemplo, que las universidades tengan dificultades para abonar recibos de la luz de edificios recién construidos. "Si no se incrementan estas transferencias, se producirá un deterioro en la inversión. Tendremos nuevas instalaciones, pero con bancos rotos o muebles hechos polvo", advirtió.El estudio, titulado Análisis y evolución de la equidad financiera pública para con las universidades públicas españolas, refleja que Andalucía es una de las comunidades autónomas que más esfuerzo financiero hace para dotar a sus universidades de fondos adecuados teniendo en cuenta su Producto Interior Bruto (PIB) per cápita, pero el gasto total por alumno sigue siendo menor que la media nacional. "El esfuerzo que se hace es importante, pero para mantener un sistema de calidad todavía tiene que ser mayor", en opinión de Juan Hernández, que también es gerente de la Universidad de Jaén.

Las transferencias corrientes a las universidades españolas se incrementaron como media un 21,43% durante el periodo analizado, mientras que los gastos por alumno matriculado subieron en un 23,32%.

Mientras que las universidades andaluzas recibieron en transferencias 272.433 pesetas por alumno matriculado en 1998, la media nacional se situó en 336.452 pesetas. Los gastos corrientes por alumno en Andalucía quedaron en 387.776 pesetas frente a las 450.524 de media del conjunto de universidades del país.

Los datos que han estudiado Hernández y Peragón no incluyen todavía los incrementos presupuestarios que supone la aplicación de la financiación 1997/2000 y tampoco reflejan la tímida reducción de alumnos que se está observando en Andalucía. Por eso consideran que la situación de hoy día puede ser "ligeramente mejor" de la reflejada en el estudio.

No obstante, Hernández Armenteros considera que las conclusiones son plenamente válidas y que la situación de las universidades andaluzas sigue estando por debajo de la media nacional.

Los autores del informe reclaman modelos de financiación reglados "que introduzcan certidumbre, objetividad y responsabilidad en las instituciones universitarias". Los sistemas objetivos de asignación para los recursos de carácter público son, en opinión de ambos autores, la base para que se dé la equidad institucional que ellos reclaman.

En una sociedad cada vez más globalizada, apuntan, "resulta imprescindible" invertir en aquellas políticas que, como la educación, "mantienen la capacidad competitiva de un capital humano que, en última instancia, será el que garantice la competitividad de sus estructuras productivas".

Las enseñanzas universitarias se llevaron en el conjunto del país el 0,943% del PIB en 1998, cifra muy inferior al 1,4% del PIB que se destina en países del entorno comunitario, según resalta el informe del Departamento de Economía Aplicada de Jaén.

Los autores del análisis estiman que si los organismos públicos consideran las universidades como un elemento necesario y estratégico, deben actuar en consecuencia e incrementar el esfuerzo financiero para ofertar calidad. En los últimos 20 años se ha pasado de tener 400.000 estudiantes matriculados a superar el millón y medio. "El acceso masivo a la enseñanza superior, propiciado en gran medida por los propios poderes públicos en cuanto que han considerado estratégico disponer de recursos humanos con elevada formación para avanzar en el desarrollo sostenible, ha generado problemas de índole financiero, material y humano para el sistema de enseñanza superior en España", resaltan. Por tanto, concluyen, si se considera un sector esencial, si se propicia el acceso, lo que a continuación cabe hacer es ofrecer medios suficientes para que no falle.