Dos sectores afines al PP acuden a Zaplana en su disputa por el control de la Miguel Hernández

"El cambio del mecanismo de financiación de las universidades públicas valencianas, promovido por el Gobierno valenciano en 1997, por el que se sustituía el esfuerzo presupuestario por endeudamiento, ha elevado la deuda universitaria por encima de los 58.000 millones", aseguraba hace ya dos años el economista y gerente de la Politécnica José A. Pérez en su estudio Hacia una nueva financiación de las universidades públicas valencianas. En él, se subrayaba que el objetivo de lograr un funcionamiento consensuado del sistema universitario valenciano "se ha visto influenciado de modo negativo por la creación de la Miguel Hernández, sobre cuyo procedimiento inadecuado de creación han discrepado todas las universidades españolas". La tesis de Pérez -que trabaja ahora en el diseño de un convenio entre el Ministerio de Educación y la Generalitat que permita "enjugar la deuda de las universidades"- es compartida hoy por un sector importante del Consell que ve la apresurada creación de la universidad de Elche como "un error político" producto de los "malos consejos" inspirados en su día por el ex consejero Diego Such y su brazo derecho, el vicerrector Jaime Merchán. Pero, el peso de este último en la Miguel Hernández sigue siendo indiscutible, hasta tal punto que, pese a su corta vida, el campus vive una pugna por el control entre los grupos afines al PP "más políticos" y el equipo "más académico", que representa el rector Jesús Rodríguez Marín, partidario de la convergencia de la universidad con el sistema financiero diseñado por los rectores para acabar con la actual discrecionalidad.

El acoso a Rodríguez Marín alcanzó el clímax en verano, cuando el grupo opuesto se entrevistó con Zaplana para culparle de todos "fracasos" de la universidad. La tensión por el control de la universidad forzó al diputado del PP y hermano del rector, Juan Rodríguez Marín, a personarse ante el presidente y darle su visión de la guerra de grupos afines a los populares que vive el campus. La disputa por el control crece simultánea a los planes de "reunificar" las universidades de Elche y Alicante, dándole más peso a la primera. Pero para ello, según confirman incluso fuentes oficiales, es imprescindible la salida del equipo rectoral de Andrés Pedreño. Así, el PP busca al mismo tiempo configurar un equipo alternativo en Alicante, afín a su proyecto de "agregación", que ya tiene cabezas visibles e identificables.