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Urbanismo de Lleida aprueba las normas para construir en la Vall Fosca

La comisión provincial de Urbanismo de Lleida ha aprobado las normas subsidiarias de La Torre de Capdella (Pallars Jussà), en cuyo municipio está previsto construir una estación de esquí alpino y una urbanización con capacidad para 7.000 camas hoteleras. Los ecologistas se oponen a este proyecto al considerar que degradará un espacio de gran interés natural. Esta decisión de Urbanismo es el primer paso para que la empresa Vall Fosca Interllacs, promotora del complejo invernal, construya varias pistas en la montaña de Filià.

Intereses inmobiliarios

Este proyecto incluye también la construcción por parte de Vall Fosca Interllacs de varios hoteles y bloques de apartamentos en el pequeño pueblo de Espui. De esta manera, la futura urbanización, situada a pie de pistas, se convertiría en una gran ciudad de 145.000 metros cuadrados de superficie construida, con capacidad para 10.000 personas, la misma población que tiene toda la comarca.

Urbanismo, que aplazó en julio la aprobación de las normas urbanísticas de La Torre de Capdella porque faltaban informes sobre los posibles riesgos de inundación del río Flamicell, ha puesto un total de 17 condiciones técnicas al proyecto de construcción de la macrourbanización y ha decidido que no se ejecute la segunda fase hasta que no esté finalizada la primera. Las normas también prevén la reserva de más de 400 hectáreas en la montaña de Filià para convertirlas en dominio esquiable. Esta estación de esquí será la primera del Pallars Jussà y estará situada en el sur del Pirineo de la provincia de Lleida.

El grupo ecologista Ipcena de Lleida ha presentado alegaciones contra el proyecto al considerar que afecta a un espacio protegido de gran valor biogeográfico. "El proyecto producirá inevitablemente un impacto crítico sobre la flora y la fauna", según los ecologistas, ya que supondrá la desaparición de especies en peligro de extinción como la perdiz blanca.

El estudio de impacto ambiental presentado ante el Departamento de Medio Ambiente de la Generalitat señala que la estación de esquí no será viable si no se permite construir cuatro de los ocho telesillas previstos dentro de una zona incluida en el Plan de Espacios de Interés Natural (PEIN).

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Los ecologistas han denunciado que el proyecto únicamente responde a intereses inmobiliarios especulativos de la empresa promotora. Ipcena considera que la Generalitat ha fracasado en su política medioambiental. Un informe de la Institución Catalana de Historia Natural señala que en los últimos ocho años la Administración catalana sólo ha delimitado el 30% de los espacios naturales incluidos en el PEIN, documento aprobado en 1992, y ha invertido 1.000 de los 2.000 millones previstos para el primer cuadrienio.El temor de los ecologistas es que las obras urbanísticas en la Vall Fosca, un valle muy virgen, por donde pasa el río Flamicell, y no explotado turísticamente, se convierta en un segundo Val d' Aran. La única entrada humana en el valle se limita, por el momento, a las centrales eléctricas.

El presupuesto para el proyecto es de unos 20.000 millones y se hará en dos fases. Una primera fase consistiría en la construcción de la estación de esquí alpino y una urbanización de 2.000 plazas. En la segunda fase, se construiría el resto de la urbanización: hoteles y viviendas hasta llegar a dar capacidad a 10.000 personas.

Una de las previsiones a largo plazo es que en un futuro la estación de esquí se pueda conectar con la estación de esquí alpino Boí-Taüll.

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