EE UU reconoce que en el Fondo quedan reformas pendientes

Crítica de Rato

El secretario estadounidense del Tesoro, Larry Summers, afirmó ayer en Praga que "todavía queda mucho por hacer" para reformar el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM). En el discurso que pronunció ante la asamblea anual, Summers reconoció sin embargo que "ya han comenzado a realizarse esfuerzos importantes, pero todavía queda mucho por hacer". En concreto, el secretario estadounidense estimó que las remuneraciones de los préstamos concedidos por el BM deben ser revisadas, tal y como se hizo recientemente con las del FMI, para así impulsar a los países prestatarios a mirar más hacia los mercados de los capitales privados.

Summers aseguró que es necesario que el BM "concentre sus actividades en las acciones en las que puede ofrecer un valor añadido que los mercados privados no pueden aportar". Con respecto a las iniciativas de los dos organismos de reducir la deuda de los países muy pobres y muy endeudados, Summers subrayó que "deberá hacerse todo lo necesario" para que 20 de ellos puedan beneficiarse de este objetivo antes de fin de año.

"No daríamos un servicio a todos los que creen en este esfuerzo, y en último caso a los habitantes de estos países, si los procesos de alivio de la deuda se acordaran sin una base creíble que garantice que el dinero ahorrado se destinará a la sanidad, la educación y otras prioridades esenciales", subrayó, sin embargo, Summers.

En cuanto al futuro del FMI, el vicepresidente español y ministro de Economía, Rodrigo Rato, criticó la institución que preside Wolfensohn. "Nos preocupa", explicó el vicepresidente segundo del Gobierno español, "la fuerte caída de las operaciones de préstamo del Banco Mundial que, en el último año, se redujeron a un quinto de lo previsto. A nuestro juicio, tiene capacidad financiera para volver a inyectar en el mundo en desarrollo cantidades muy superiores a las de este año".Rato propuso al Fondo que además de los instrumentos de auxilio financieros a corto plazo se necesitan recursos a medio y largo plazo para poner en marcha reformas estructurales, a la vez que reclamó al sector privado una implicación "adecuada" en la prevención y resolución de futuras crisis.

El presidente del Bundesbank, Ernst Welteke, mostró su confianza en la evolución del crecimiento mundial. Welteke instó a los Estados miembros a continuar sus políticas de saneamiento presupuestario, subrayando que la dinámica de crecimiento "ofrece margen para un mayor saneamiento".