_
_
_
_

La patronal vasca rehúsa ocupar la presidencia de Hobetuz ante el bloqueo en la financiación

Los fondos de la fundación vasca de formación continúa no cubren el 50% de los cursos pedidos

La patronal vasca Confebask se negó el pasado 31 de julio a asumir la presidencia de Hobetuz (la fundación vasca para la formación continua), como le correspondía por turno. Sobre esa decisión pesa la difícil situación política que atraviesa Euskadi, que impide un acuerdo político entre los gobiernos central y vasco para desbloquear la llegada de 3.500 millones de pesetas para financiar Hobetuz, según fuentes de la fundación. Este miércoles se reune el patronato de Hobetuz para analizar los proyectos a los que se ha concedido subvención. La escasez de recursos (2.620 millones de pestas) hace presagiar que muchas empresas que han pedido cursos de formación renuncien a ellos al no estar garantizado que recibirán la subvención.

Más información
Un debate sobre formación contaminado por la política

Vivir en la abundancia

La convocatoria de Hobetuz para realizar cursos de formación y reciclaje de trabajadores en activo se realizó el pasado 29 de febrero. Entonces, la fundación fijo un presupuesto en 6.120 millones de pesetas, similar al de los últimos años. Sin embargo, la realidad política avanzaba por unos derroteros que han hecho imposible que esas cuentas sean reales. Los fondos de Hobetuz procedían en los últimos años de varias vías. Las cuotas que empresas y trabajadores pagan a la Seguridad Social es una de las mayores aportación. Tras la asignación de estos recursos del Inem por la comisión tripartita, en la que participan la patronal CEOE, UGT y CC OO y el Ministerio de Trabajo, Hobetuz recibió por este concepto 1.550 millones de pesetas. Además, le llegaron 1.000 millones del Fondo Social Europeo y 70 millones del Gobierno vasco para el mantenimiento de sus instalaciones.

La posible renuncia

El problema es que Hobetuz se había acostumbrado a vivir en la abundancia y la crispación política vasca también iba directamente a incidir en sus fondos. El pacto entre el PP y el PNV en la anterior legislatura supuso unos ingresos extras de 3.500 millones anuales. El patronato de Hobetuz consideró que esta aportación a la fundación vasca era ya definitiva. Sin embargo, se ha visto que dependía de las buenas relaciones entre los gobierno vasco y central. La deriva soberanista del Gobierno vasco en esta legislatura y el acuerdo parlamentario firmado con Euskal Herritarrok supuso una ruptura total entre el nuevo Gobierno de José María Aznar, ya con mayoría absoluta, y el Ejecutivo de Vitoria.Las reuniones celebradas antes del verano entre representantes del Departamento de Trabajo y del ministerio se saldaron en promesas de intentos de arreglo que nunca llegaron. A finales de julio, el Gobierno vasco aplazó cualquier solución a septiembre y sugirió a los miembros del patronato que si Madrid no ponía el dinero para completar el presupuesto podría hacerlo él. Así las cosas, Confebask anunció que no estaba dispuesta a asumir la presidencia, un puesto que implica en las circunstancias actuales mucho desgaste en imagen. La patronal se ha negado a opinar sobre este tema.

El Gobierno, que ocupaba hasta finales de julio la presidencia de turno, se mantiene en el puesto hasta que se arregle el conflicto. A primeros de septiembre, el patronato decidió empezar a asignar las subvenciones con los fondos con que se cuenta, 2.620 millones de pesetas. Esta cantidad es completamente insuficiente para satisfacer las demandas de cursos de formación y como solución se optó por realizar un prorrateo entre los cursos aceptados por reunir las condiciones. El importe total subvencionable en las solicitudes presentadas para cursos de formación en el País Vasco era de 9.153 millones. Sobre esta cantidad había que aplicar un elemento corrector en función de las cuotas que pagan las empresas a la Seguridad Social.

Al final, se acordó limitar limitar las subvenciones a 6.060 millones de pesetas, cantidad ajustada al presupuesto aprobado. Ahora, al no haber fondos, los organizadores de cursos (empresas, sindicatos y patronal) deberán contentarse con recibir menos del 50% o renunciar a ellos. Desde que se les comunicó la decisión contaban con quince días para confirmar su interés o no por los fondos. El plazo acaba el martes y el miércoles se reúne el patronato de Hobetuz. Sus miembros (Administración vasca, sindicatos y patronal) se temen que haya muchas renuncias tanto por motivos de plazo -los cursos deben impartirse antes de marzo de 2001- como, sobre todo, por falta de subvención.Lo peor de esta situación es que, según la primera impresión de los técnicos de Hobetuz, el dinero que no se utilice debe ser devuelto a la entidad que lo otorgó (el Inem o la UE), sin que pueda destinarse a otro cursos que han recibido una subvención insuficiente. No obstante, Hobetuz ha informado a los solicitantes que si finalmente se desbloquean las relaciones con el Gobierno central y llegan los 3.500 millones se incrementará la subvención concedida.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_